El blanco es el color ideal para destacar la belleza de una obra de arte. ¿Cómo decorar con cuadros un fondo de estas características? En Decorablog compartimos una selección de ejemplos.
1. Cuadro sobre un mueble bajo
Puedes enmarcar, y fijar a un punto determinado de la pared, una pintura que muestra su mejor versión desde esa perspectiva. Pero la estética del hogar también se renueva con la implementación de algunas modificaciones. Cambiar de sitio un cuadro es un ejemplo frecuente. Sitúa sobre un mueble bajo una pieza que no sabes dónde colocar de un modo definitivo. Explora diferentes alternativas en el interior.
2. Decora la pared más importante de la estancia
A través de la integración de algunos cuadros en la pared que adquiere más relevancia por la distribución de la habitación, el fondo se transforma en un punto focal. Quien entra en la estancia dirige su atención en esa dirección. El contenido de los cuadros es objeto de observación. ¿Y cuál es la pared más relevante de un espacio en el hogar?
Por ejemplo, puedes destacar aquella que se sitúa en el cabecero de la cama en el dormitorio. O la que se encuentra frente a la puerta de entrada en el recibidor. El fondo que está detrás del sofá en el salón es otro punto a resaltar.
3. Cuadros situados de forma simétrica en vertical
Existen otras características que describen la base de una pared, más allá de su color. El blanco es ideal para realzar la belleza de los cuadros. ¿Y cuántos centímetros tiene la pared? El análisis de la forma y el tamaño es clave para crear una composición que mantiene una proporción con el contexto. Un conjunto colocado de forma simétrica en vertical puede inspirarte. La selección de piezas dibuja una línea imaginaria que queda perfectamente enmarcada.
4. Cuadros inspirados en la naturaleza
¿Cómo crear una sensación de apertura y conexión con el paisaje en el interior de una estancia? Un cuadro inspirado en la naturaleza añade una nueva ventana. Es una imagen relajante que transmite sensaciones de calma y bienestar. Por ello, puedes elegir uno o varios cuadros que muestran una temática natural. Una pared blanca cede todo el protagonismo al contenido de la composición. Los matices de la representación artística se perciben con más nitidez sobre un fondo tan luminoso.
5. Marco de color negro
La suma de los elementos que forman parte del cuadro influye en la imagen final. El marco es una de las piezas más relevantes. Un acabado en color negro crea un contraste sobre el fondo blanco. Dos tonos que muestran un binomio atemporal y que también pueden inspirar la creación de una composición simétrica integrada por obras del mismo tamaño.
6. Cuadros situados en paredes enfrentadas
Una composición de cuadros puede realzar el protagonismo de una pared como punto focal del salón. Pero dos obras con una importante presencia también pueden enmarcarse una frente a otra. La fotografía del artículo muestra la belleza de esta forma de distribución.
Un esquema que también puede inspirar una decoración integrada por un cuadro y un espejo colocados en paredes enfrentadas. Este último subraya el protagonismo de la obra de arte. Y describe sus detalles por medio de un bonito reflejo.
7. Cuadros diferentes con alguna característica en común
Las composiciones con una simetría perfecta están de moda. Aportan equilibrio y armonía al conjunto. ¿Cómo combinar dos pinturas muy diferentes que se ubican en el mismo escenario? En ese caso, busca un elemento que represente un hilo conductor. Por ejemplo, identifica un mismo color que crea una continuidad visual.
Por tanto, enmarca las obras más especiales en una pared blanca y luminosa.