El paisaje de tu salón adquiere una perspectiva totalmente diferente con un cambio en alguno de sus colores. Por ello, la combinación de los tonos empleados en este proceso creativo, describe el look de una estancia que tiene tanto protagonismo. En Decorablog te damos algunas ideas para hacer esta elección.
1. Utiliza los colores para diferenciar las zonas del salón
Existen salones multifuncionales. Lugares que no solo integran una zona de comedor, sino también una pequeña oficina. No es fácil unificar ambientes diferentes en una misma habitación y mantener la armonía en el conjunto. Sin embargo, puedes utilizar una combinación de colores que te ayude a establecer esta diferenciación de zonas.
El espacio de oficina, por ejemplo, será un lugar de concentración y creatividad. Por ello, el color seleccionado para este punto estará en conexión con las sensaciones de la rutina profesional.
2. Colores que combinen con otros muchos tonos
Busca la máxima versatilidad en tu salón y prepara el espacio para reinventarlo fácilmente con algunos cambios cuando sea necesario. Pasarás tanto tiempo en tu salón que, tal vez, en algún momento, quieras cambiar la imagen de este espacio con pequeñas novedades. Existen colores que son fáciles de combinar y facilitan este proceso de transformación: blanco, negro, azul, verde, beige, gris, marrón…
Gracias a la capacidad de adaptación al cambio de los colores que destacan en la base decorativa de este salón, podrás dar nuevas perspectivas a este ambiente.
3. Salones monocromáticos que realzan la sencillez
El salón puede integrar más de una tonalidad o, por el contrario, lucir un look monocromático. Esta es una de las fórmulas que puedes utilizar para potenciar la continuidad en un ambiente que parece mantener una perfecta unidad. Puedes utilizar un tono principal que sea el hilo conductor del lugar. Pero es posible añadir matices diferentes al espacio al integrar pequeñas novedades al conjunto.
Antes de elegir los colores de la decoración del salón, reflexiona sobre cuáles son los objetivos más importantes de este proceso. Si, por ejemplo, te gustaría realzar la luz, selecciona aquellos tonos que te ayuden a generar claridad.
Valora las ventajas que ofrece un color en un contexto específico. Por ejemplo, las paredes blancas aportan un look elegante con un estilo atemporal y consiguen destacar desde el contraste los tonos presentes en esta estancia.
4. El color y la textura
El color es uno de los ingredientes que puedes percibir en el salón a través de su presencia en este lugar. Pero, a su vez, el color también puede estar en conexión con una textura concreta, por ejemplo, el terciopelo, la madera, el cristal, el mimbre, las telas… Por tanto, encuentra este equilibrio entre el color y la textura para elegir un producto que muestre su mejor versión a partir de estas características.
Un producto de una misma textura puede lucir una imagen muy distinta en función del color. Esto es algo que puedes observar, por ejemplo, en un sofá de terciopelo.
5. Sensaciones agradables que aportan bienestar
El salón es un espacio que está vinculado con el valor del descanso. Pero un lugar no resulta relajante en sí mismo sino que conviene prepararlo para propiciar esta experiencia. La elección de los colores del salón puede estar en conexión con este objetivo. Existen colores de la naturaleza que aportan esta atmósfera relajante. Sin duda, la belleza del color azul puede inspirarte en este proceso.
Por todo ello, elige aquellos colores que te ayuden a realzar la belleza de tu salón en función de sus propias características. Por ejemplo, si quieres vestir una estancia que es pequeña, prioriza aquellos tonos que producen una mayor sensación de amplitud.