Las metas decorativas dan forma a aquellos deseos visualizados previamente que adquieren la esencia de un objetivo cuando se concretan en la realidad. Tu casa es el lugar que habitas, ese espacio vivido del que tienes una nueva perspectiva en el presente. Y este punto de vista puede darte el contexto ideal para concretar nuevos objetivos de decoración que ofrecen una solución a aquellas necesidades que has identificado. ¿Cómo planificar nuevas metas decorativas? En Decorablog compartimos algunas reflexiones para definir este propósito.
1. Establece prioridades
Las metas pueden ser muy numerosas pero es difícil mantener el foco cuando tienes que ocuparte de llevar a cabo distintos proyectos. Para dar un orden al tiempo invertido en este proceso y a los recursos utilizados es especialmente importante que determines cuál es el propósito principal. Aquel que resulta verdaderamente prioritario para ti. Cuando hayas logrado ese fin podrás avanzar hacia el siguiente.
Cada vez que das prioridad a una cuestión pones en valor ese propósito principal y descartas otras ideas. Ya que para dar forma a este nuevo potencial decorativo del hogar es fundamental elegir.
2. Identifica tu motivación
¿Cuál es la razón principal de este objetivo de decoración? ¿Por qué ese hecho es importante para ti? La reflexión en torno a este tema te ayudará a analizar el espacio con mayor detenimiento para encontrar respuestas en torno a este asunto.
Además, ten paciencia para pensar en este tema ya que, de este modo, también podrás observar el nivel de importancia que esta cuestión tiene para ti. Muchas ideas quedan en el olvido al poco tiempo al no resultar verdaderamente significativas para quien habita ese espacio. Un nuevo objetivo de decoración que es realmente relevante para ti te seguirá acompañando como una idea potencial a la que quieres dar forma en algún momento.
3. Flexibilidad
El objetivo de decoración expresa cuál es la dirección a seguir. Pero eso no significa que solo exista un único camino para lograr ese horizonte. La flexibilidad te permite incrementar la capacidad de adaptación al cambio para, manteniendo el foco de atención, seguir avanzando.
¿Cómo potenciar esta flexibilidad? Por ejemplo, tal vez te gustó un producto que supera el presupuesto que habías marcado. Pero dispones de un extenso catálogo de ideas en el mercado para encontrar alternativas que se adapten a la inversión prevista de entrada.
La capacidad de adaptación al cambio es importante, además, porque cualquier hogar tiene limitaciones que se contextualizan en el marco propio del plano de situación. La limitación de espacio es una de las circunstancias más frecuentes pero no es la única. Por ello, por mucho que te guste una idea, dicha propuesta debe ser viable en el lugar en el que se sitúa.
4. Ilusión
Cuando concretas nuevos objetivos de decoración trasladas estas metas a este escenario exterior. Sin embargo, esta vivienda está directamente vinculada contigo al ser tu zona de confort habitual, ese espacio tan conocido por ti. Para elegir nuevas metas de decoración no solo es positivo que reinterpretes el espacio exterior, sino también que escuches tus propias emociones.
Existe un ingrediente especialmente habitual que conecta con la agradable expectativa de la novedad: la ilusión que inicia la cuenta atrás para disfrutar de la nueva experiencia decorativa. La ilusión trasciende al ámbito decorativo para alcanzar el plano personal de la propia vivencia. Ya que este ingrediente crece al observar las ventajas de ese cambio que traerá algún beneficio positivo a tu rutina.
Por tanto, contextualiza los objetivos de decoración más importantes no solo en el plano de la vivienda, sino también en el marco de tu proyecto de vida a medio y largo plazo.