Si estás pensando en decorar tu casa y quieres un estilo original y diferente, plantéate una decoración futurista. De primeras puede resultar un estilo demasiado llamativo porque es un estilo muy visual y propone formas y colores fuera de lo normal. Una casa totalmente futurista puede ser una casa muy impactante, pero si no te atreves a tanto puedes darle un toque futurista en algunos detalles.
El futurismo fue un movimiento estético que surgió a principios del siglo XX y fue fundado por Marinetti. Este movimiento postula que la tecnología es más bella que las propias obras de arte y por eso prestan mucha atención a todo lo que tenga que ver con ella. Todas las últimas novedades en domótica y tecnología irán perfectas en una casa de este tipo. Controlar la luces de la casa y los aparatos eléctricos con un ordenador o con un mando es un símbolo de que el futurismo está muy presente.
Este movimiento se mezcló años después con el cubismo, y se caracteriza también por dar mucha importancia a las formas. Así, en una casa de estilo futurista se presta mucha atención a los muebles de diseño, con formas creativas y a veces insólitas. Formas redondeadas y ergonómicas serán bienvenidas. Para que te hagas una idea, es decorar la casa como si se tratara de una nave espacial.
Desde luego, decorar la casa de esta forma da un resultado espectacular y es apto sólo para atrevidos. En los años 60 se volvió a poner muy de moda y casi todas las casas incorporaban muchos detalles y muebles de formas futuristas. Se empezó a experimentar con nuevos materiales como el vinilo o el plástico. También se utilizaba y se utiliza el metacrilato. Los colores también adquieren mucho protagonismo, sobre todo el blanco. Además del blanco utiliza colores muy vivos y fluorescentes. Para completar la decoración no pueden faltar las superficies metalizadas y el cristal. Con estos elementos estará lista la casa, no hace falta más, ya que el estilo futurista también se caracteriza por las líneas simples y la escasa ornamentación.