El cambio es un aspecto que está muy unido a la realidad personal de cada ser humano. Un cambio que también puede materializarse en el ámbito de la vivienda. En algunos casos, esta búsqueda de novedad viene condicionada por una circunstancia externa. Por ejemplo, un nuevo trabajo en un destino diferente trae la consecuencia de la búsqueda de una nueva vivienda.
En otros muchos casos, esta motivación de novedad surge de forma interna. Es decir, crece la motivación ante el deseo de hacer una reforma en casa o, simplemente, hacer algún cambio más sencillo en alguna de las estancias. Por medio de este hilo conductor también es posible incrementar el autoconocimiento. ¿Qué signos indican que necesitas hacer un cambio en decoración?
Aburrimiento
Esta es una de las sensaciones más frecuentes que describe la interpretación del espacio por parte de quien ha llegado a cansarse incluso de un color que antes era tendencia. El aburrimiento no es puntual sino frecuente y se percibe a través de la frecuencia con la que se repite el pensamiento de renovar los productos de textil hogar, comprar un sofá nuevo o definir un objetivo a corto plazo. Escucha tu diálogo interior en torno a este tema.
Han cambiado tus circunstancias
La decoración del hogar no solo adquiere sentido propio a través de la vinculación con la familia que disfruta ese espacio, sino también con las circunstancias. Y el componente circunstancial no es lineal a lo largo de la vida de un ser humano. Tal vez busques un cambio en la decoración de tu casa a partir de una variación en tu situación de vida.
Y este hecho incrementa tu deseo de tener un proyecto del que ocuparte a corto plazo encontrando en este objetivo un pasatiempo feliz o, simplemente, también puedes marcar un punto de inflexión que represente el inicio de una nueva etapa.
Observas más carencias que fortalezas en la decoración
Incluso aunque otras personas elogien el estilo de tu hogar, tu punto de vista es distinto. Interpretas los detalles de la vivienda más desde la dimensión de las carencias que desde las fortalezas de color, distribución del espacio, calidad de los materiales o diseño del mobiliario. Las carencias son aquellos puntos débiles que, por algún motivo, producen insatisfacción en tu estado de ánimo. A partir de esta balanza, el deseo de hacer algún cambio en la decoración es más que evidente.
Rutina
El aburrimiento también está muy vinculado con la rutina, con esa sensación de un tiempo que transcurre de forma idéntica un día tras otro. Una rutina que está presente en los distintos momentos de la vida en casa. Sueñas con hacer algún cambio e imaginas con cada detalle los distintos planes caseros que te gustaría llevar a cabo en ese nuevo marco de interiorismo.
La casa es un lugar tan significativo por sí mismo y en el que pasas tantas horas de tu vida que el efecto de la rutina en este aspecto puede ser una consecuencia natural del paso del tiempo. Tú evolucionas, por tanto, también deseas observar esta evolución en el espacio que te rodea y que es una manifestación de ti mismo. Puede ocurrir que ya no te sientas identificado con los detalles que percibes a tu alrededor.
Buscas un cambio de vida
Este deseo de cambio puede tener un trasfondo más integral, es decir, tal vez desees salir de tu zona de confort porque te sientes estancado en un punto que no te hace feliz. Y el deseo de novedad es el hilo conductor de tu existencia en distintos niveles. Uno de ellos, la decoración de la casa.