¿Tienes 10 millones de euros a mano y no sabes en qué invertirlos? No te preocupes, siempre hay alguna casa de lujo que cuesta más o menos eso, como es el caso de la que nos ocupa en este artículo.
Está en Hamburgo (Alemania) y en ella vivió Karl Lagerfeld después del fallecimiento de su pareja, Jacques de Bascher. El famoso diseñador de moda pasó gran parte de sus días allí entre 1991 y 1998, y la verdad es que no sé cómo se desprendió de ella, ya que es una mansión espectacular ubicada en un entorno precioso, ideal para inspirarse.
Una casa enorme y con muy buenas vistas
Se llama Villa Jako y cuenta con 443 metros cuadrados habitables, si bien es cierto que está en una parcela de unos 12.000 metros cuadrados que dan para mucho. Además, el río Elba se ve desde alguna de sus estancias, así que encima tiene unas vistas espectaculares.
Lo más impresionante de esta casa es el salón, que con 80 metros cuadrados de extensión podríamos decir que está conectado con todas las habitaciones. También llama la atención el atrio situado en posición central, que es el lugar de acceso a tres salas de recepción que nos recuerdan a las de un edificio aristocrático.
El arquitecto Walter Baedeker se encargó de iniciar su construcción en los años 20, pero solo completó la primera planta, donde hay una biblioteca que nos permite acceder a tres dormitorios a los que no les falta baño y vestidor. Cada uno de ellos, no hace falta decirlo, está decorado con piezas del estilo de Karl Lagerfeld, que como bien sabes es muy peculiar.
Walter Baedeker volvió a la carga en los años 30, cuando un abogado llamado Alfred Schüler compró la casa y quiso añadir una segunda planta que hace que sea tan grande.
El curioso motivo por el que Lagerfeld la abandonó
Villa Schüler, que es como se llamaba antes de que la comprara Lagerfeld, fue reformada por la restauradora Renate Kant, que hizo todo lo posible para que el famoso modisto se sintiera a gusto. A pesar de ello, finalmente se marchó argumentando que no era el mejor lugar del mundo para ser productivo:
Es imposible vivir en el Elba. Te pasas todo el tiempo mirando el río. Al final te conviertes en una persona perezosa.