¿Tienes problemas para conciliar el sueño? ¿Te has preguntado alguna vez por qué te cuesta dormir? El estrés, la mala alimentación, las preocupaciones, las cenas copiosas y la tecnología son algunos factores que dificultan dormir más y mejor. Pero no son los únicos.
La decoración, la ropa de cama, el colchón y hasta la temperatura del dormitorio son otros culpables de nuestro déficit de sueño. Te ayudamos a decorar un dormitorio para dormir más y mejor.
Colores que favorecen el descanso
Los colores son más importantes de lo que pensamos, ya que influyen en nuestro estado de ánimo y también en nuestro organismo. Así, mientras los tonos claros favorecen el descanso, los colores llamativos activan nuestro organismo y estimulan la creatividad y el optimismo.
Por lo tanto, para decorar un dormitorio en el que dormir más y mejor debemos escoger colores suaves y luminosos. Los neutros son una gran elección y son perfectos para utilizarlos como base para la decoración del dormitorio. Por ejemplo, el blanco y el gris. Los tonos tierra también son todo un acierto ya que, además de calidez y relax, nos conectan con la naturaleza.
Si tienes la sensación de que tu dormitorio es demasiado neutro y relajante, hasta el punto de ser aburrido, puedes añadir pinceladas de color o estampados que introduzcan texturas, a cargo de los pequeños accesorios. Cojines, plaids, alfombras, cuadros, plantas, cortinas, etc.
El poder de los tejidos: naturales y sintéticos
Las fibras naturales son muy suaves, aunque suelen producir alergias. Por ejemplo, las fundas nórdicas de pluma de oca, pato, etc. Esta es la ventaja de utilizar tejidos sintéticos, ya que son hipoalergénicos.
Para la ropa de cama, como las sábanas y las fundas de almohada, un tejido muy recomendable es el algodón. Una fibra natural hipoalergénica, de tacto suave, transpirable, duradera, resistente y fácil de limpiar.
El colchón y la almohada
El colchón es uno de los principales culpables de nuestro insomnio. No se trata solo de escoger un colchón de calidad, sino de asegurarnos de que se adapta a nuestras necesidades. De muelles, de viscoelástica, etc. Las posibilidades son muchas y muy diferentes.
Por ejemplo, si duermes de lado necesitas un colchón con firmeza media que se adapte a tu cuerpo y a tus movimientos. Mientras que si duermes boca arriba necesitas un colchón firme y duro para proteger tu espalda. Así que antes de escoger un colchón, pregunta en tu comercio y consulta las recomendaciones del fabricante. Cada colchón especifica para qué tipo de personas es apto. Y lo mismo sucede con la almohada.
La temperatura y el aire que respiras
Es algo tan básico que a menudo nos olvidamos de ellos. El aire y la temperatura influyen en la calidad de nuestro sueño. En cuanto al aire, es importante purificar el aire de nuestro dormitorio. Por ello, debemos ventilar el dormitorio por lo menos diez minutos cada día. En verano, conviene ventilar también antes de irse a dormir para refrescar el aire del dormitorio.
Por lo que se refiere a la temperatura, lo ideal es que en verano no supere los 21 grados y los 19 en invierno.
Madera noble y sin tratar
El material de los muebles que nos rodean también nos influye. Los seres humanos somos organismos vivos y, como tales, nos sentimos mucho mejor si nos rodeamos de materiales naturales como la madera noble, sin tratamientos ni barnices de ningún tipo.
La madera nos conecta con la naturaleza, suma calidez al dormitorio y transmite una sensación de paz y bienestar. En cuanto al diseño de los muebles, lo ideal es optar por piezas de diseño sencillo, de líneas minimalistas. También es importante escoger las piezas justas y necesarias, ya que los dormitorios recargados transmiten sensación de caos.
Y tú, ¿qué otros consejos decorativos nos recomiendas para dormir más y mejor?
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