La distribución es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos cuando decoramos nuestro piso por primera vez (o cuando preparamos una revolución en nuestro hogar). De nuestros aciertos y nuestros errores dependerá que haya más o menos espacio disponible, que veamos cubiertas todas nuestras necesidades o que seamos capaces de mantener el orden fácilmente. De ahí que sea un tema que hay que tomarse muy en serio, planificando con tiempo dónde debe ir cada mueble y cada pieza decorativa.
En este artículo os doy 8 consejos sobre la distribución del salón que funcionan. Os lo digo por experiencia, ya que la mayoría los he podido poner en práctica y el cambio experimentado ha sido muy positivo.
1- Respeta ciertas distancias
No hay que ponerse cabezón a la hora de organizar el salón. Si algo no cabe, no cabe. Hay que respetar una serie de distancias que permiten vivir con comodidad, como por ejemplo los 40 centímetros que hay que dejar como mínimo entre el sofá y la mesa del salón. Si tenemos mesas auxiliares al lado del sofá hay que dejar 15 centímetros de distancia, mientras que el televisor debería estar a una distancia de entre 2 y 3 metros, algo que dependerá de las pulgadas. Se dice que hay que dejar 4,5 centímetros por pulgada, así que podríamos elaborar una tabla como esta:
– 40 pulgadas: 1,80 metros
– 48 pulgadas: 1,89 metros
– 50 pulgadas: 2,25 metros
– 58 pulgadas: 2,61 metros
– 65 pulgadas: 2,92 metros
– 85 pulgadas: 3,83 metros
2- Las zonas de paso son sagradas
Otro aspecto fundamental para nuestra comodidad tiene que ver con las zonas de paso. Sobrecargar mucho el salón puede hacer que tengas dificultades para moverte, así que haz todo lo posible por despejar ese espacio tan necesario. Entre 80 y 100 centímetros es lo ideal.
3- Deja que fluya la luz natural
Un error que a veces cometemos es el de restar luz natural al no despejar del todo las ventanas. Por eso no es nada recomendable colocar mesas auxiliares justo debajo, ya que corremos el riesgo de recurrir a objetos que obstaculizan el paso de la luz. Lo que sí se recomienda es colocar el sofá y otros asientos debajo de las ventanas, ya que nos beneficiamos de la luz que entra para leer o ver la televisión.
4- Piensa en tus necesidades
La distribución de un salón depende del uso que vayas a darle. Si eres de los que suelen recibir muchas visitas, dale el máximo protagonismo al sofá para que tus invitados se sientan cómodos. De lo contrario, si apenas pasas tiempo en el sofá y prefieres utilizar el salón para otros menesteres, cómprate un sofá que no ocupe demasiado e invierte más en otros muebles como los que te permiten almacenar tus pertenencias.
5- Llénalo de colores suaves
Pensar en la distribución del salón no solo implica pensar en dónde va a ir cada cosa. Otro tema importante tiene que ver con los colores, que son capaces de influir en nuestro estado de ánimo y juegan un papel fundamental a la hora de potenciar la luz natural. El blanco, el beige y los tonos crema son ideales para lograr claridad. De la misma forma, hay que pensar en los textiles, que si son claros y ligeros nos ayudarán a maximizar la sensación de amplitud.
6- Optimiza el espacio de almacenamiento
A la hora de planificar la distribución, siempre hay que pensar en ese espacio que vamos a destinar al almacenamiento. Si tu salón es pequeño, es probable que ni siquiera te lo plantees, aunque siempre hay soluciones que te permiten guardar objetos. ¿Una de ellas? La de la típica mesita con sobre abatible que te brinda espacio para guardar revistas y documentos cuando está abierta. Otra, muy recurrida, es la de las estanterías. Si colocas más de una, o si hay cualquier otro mueble al lado, lo mejor que puedes hacer es dejar 50 centímetros de distancia.
7- Crea una diferencia entre el salón y el comedor
A menos que quieras un salón-comedor perfectamente integrado, deberías establecer una división entre el salón y el comedor. En ocasiones la marca una zona de paso, pero otras veces hay que colocar el sofá como separador. Otras opciones son las la de recurrir a puntos de iluminación artificial distintos, instalar puertas correderas o construir un tabique abierto.
8- Distribución de los muebles en función de la forma del salón
La mayoría de salones tienen entre 20 y 25 metros cuadrados y una forma que puede ser cuadrada, rectangular o de «L». Lo más habitual es colocar el sofá contra una pared y nunca de espaldas a la puerta de entrada. Hay que ver todo el salón desde el sofá.
En general, en los salones cuadrados los muebles más grandes deberían ir a pocos centímetros de las paredes para despejar el espacio central. Los longitudinales son los que más fácil nos lo ponen para separar ambientes y los que tienen forma de «L» nos sugieren la compra de un sofá con esa misma forma.
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