¿Tienes un mueble de melamina en casa y quieres darle una segunda vida pintándolo? En ese caso estás de enhorabuena, ya que en este artículo voy a contarte qué productos necesitas para pintar sobre melamina y cómo debes hacerlo para no cometer errores.
Hay que reconocer que no es el material más apropiado para ello porque es poco adherente, pero eso no significa que haya que darlo por imposible. ¡Todo lo contrario! Toma nota de lo que te cuenta a continuación y ponte manos a la obra.
Materiales necesarios para pintar un mueble de melamina
Antes de liarte asegúrate de tener lo siguiente a mano, ya que lo vas a necesitar para completar la transformación de ese mueble que quieres renovar.
– Imprimación universal
– Pintura de sintética en bote
– Brocha
– Rodillo de esmaltar
– Lija
– Disolvente
Preparación del mueble
Lo primero que hay que hacer es preparar la superficie del mueble, la parte visible que vamos a pintar. Como queremos que la pintura cale y se adhiera a ella, te recomiendo limpiarlo todo bien con agua tibia y un poco de jabón con una esponja de tacto agradable.
Acto seguido tendrás que secar bien la zona con un trapo y lo siguiente será lijar con una hoja de grano fino, a poder ser de entre 360 y 500. Un taco de lija te irá mucho mejor que una hoja de lija en este caso. Después, una vez más, tendrás que limpiar bien la superficie del mueble que has lijado.
Imprimación
Aunque te cueste creerlo, en ocasiones no es imprescindible darle una capa de imprimación para asegurarse de que la pintura tendrá una buena adherencia. En muebles de melamina sin brillo y con un buen lijado puedes prescindir de ella obteniendo unos resultados magníficos.
Si te toca darle una capa de imprimación, que es lo más habitual y lo que te permite asegurar la adherencia pase lo que pase, utiliza una imprimación específica pensada para materiales tan complicados como la universal. Una universal, si es de una buena marca, te puede resolver la papeleta.
Aplica una o dos capas y deja que se seque. Después, coge una lija de grano fino y elimina las imperfecciones. Recuerda que es importante retirar el polvo a posteriori.
La hora de la verdad
La hora de la verdad es la hora de coger el rodillo y ponerse a pintar. En ese sentido no hay demasiadas restricciones. Puedes comprar pintura sintética, una laca, un esmalte… Dale una o dos capas y deja secar. Si has ido paso a paso y lo has hecho bien, te sentirás orgulloso del cambio que ha experimentado ese mueble que creías que no ibas a poder pintar.
Si quieres una buena terminación, lo que puedes hacer es aplicar una capa de cera incolora. Lo mantendrás durante más años en perfecto estado, así que es altamente recomendable que lo hagas. Puedes aplicarla en pasta frotando con un paño. Basta con hacer movimientos circulares con suavidad, comprobando que la capa que queda es fina y uniforme.
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