La iluminación es uno de los factores más importantes de la decoración del hogar. Mención aparte merece la luz del sol, que además de ser fuente de vida, es la forma más sana, natural y económica de iluminar los espacios. De hecho, las casas luminosas resultan más confortables y bonitas. Sin embargo, no todos tenemos la suerte de contar con luz natural en nuestra vivienda.
Aunque la presencia de la luz natural es recomendable en cualquier estancia del hogar, aún es más importante en el salón que, como te hemos comentado en numerosas ocasiones, es la principal zona de la vivienda, ya que es el lugar en el que disfrutamos de nuestros momentos de ocio y relax, ya sea en soledad o en compañía de familiares y amigos. Si no cuentas con luz natural o su presencia es más bien escasa, te recomendamos que no te pierdas nada de lo que te contamos a continuación, ya que vamos a darte algunos consejos que te resultarán de gran ayuda.
Pinta las paredes de colores claros
Como no podía ser de otra manera, vamos a comenzar hablando de los colores que, como bien sabes, tienen mucha influencia en la percepción del espacio. En concreto, queremos hablar de los colores de las paredes, que en salones con poca luz natural es mejor que sean claros. Una opción más que segura es el blanco, un color versátil y atemporal. Eso sí, si te parece demasiado frío o aburrido, también puedes optar por beiges, grises claros, tonos pastel… Lo importante es que se trate de colores suaves.
Si te apetece que haya un color oscuro o vibrante en tus paredes, lo mejor que puedes hacer es emplearlo en una única pared, dejando el resto en un color más claro.
Apuesta por el minimalismo
A la hora de decorar estancias que reciben poca luz natural hay que tener cuidado con la elección del estilo. Entre los más recomendables se encuentra el minimalismo, que ya sabes que se basa en la máxima de “menos es más”. En este sentido, debes tener en cuenta que cuantos menos muebles y complementos haya en la estancia, mucho mejor. También es muy recomendable el estilo nórdico, que está protagonizado por el color blanco.
Muebles claros
Si quieres potenciar al máximo la luminosidad, también es recomendable que apuestes por piezas de mobiliario de tonos claros. Aunque el blanco es un color muy acertado, también puedes optar por las maderas claras, que ya sabes que están muy de moda últimamente. De hecho, están de actualidad las piezas de mobiliario que combinan la madera clara con el blanco o el gris.
En salones con poca luz natural es muy recomendable colocar un sofá blanco. En nuestro artículo “Decorar el salón con un sofá blanco” te damos más detalles sobre este tipo de asientos.
Prescinde de las cortinas
A menos que tengas que protegerte de miradas indiscretas, en salones con poca luz natural es mejor prescindir de las cortinas. Eso sí, si quieres que estos textiles estén presentes en la estancia, entonces deberás decantarte por modelos claros y de tejidos livianos que dejen pasar la luz, como la seda o el lino. Además, es preferible que sean lisos.
No te olvides de los espejos
Aunque no son tan habituales como en otras estancias de la casa (recibidor, cuarto de baño, vestidor…), los espejos pueden resultar de gran ayuda en los salones, especialmente en los pequeños y con poca luz natural. Eso sí, lo ideal es que los sitúes frente a una ventana. Si no es posible, entonces puedes colocarlos frente a un foco de luz artificial.
Iluminación artificial
Por último, es esencial que prestes atención a la iluminación artificial. Si quieres obtener más información al respecto, te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro artículo “5 trucos para iluminar (bien) el salón”.