¿Tú también has caído rendido ante el estilo escandinavo? ¡No nos extra en absoluto! Y es que con este tipo de decoración podemos conseguir ambientes luminosos, cálidos, funcionales, relajantes y visualmente más amplios.
Si te gusta el estilo nórdico y quieres introducirlo en tu cuarto de baño, te recomendamos que estés atento, ya que vamos a darte cinco claves para hacerlo de manera exitosa.
Protagonismo de los tonos neutros
En primer lugar, debes saber que para lograr un baño de estilo nórdico hay que apostar por los colores neutros y, en especial, por el blanco, que no solo amplía los espacios visualmente, sino que potencia la luminosidad. Eso sí, los beiges, grises y marrones también son bienvenidos. Además, no es mala idea añadir pequeñas pinceladas en tonos pastel o en colores más llamativos.
Apuesta por la madera
En cuanto a los materiales, la madera es la principal protagonista. De hecho, suele estar presente en suelos, muebles e, incluso, paredes. Eso sí, teniendo en cuenta los cuidados que este material requiere, puedes escoger en su lugar materiales que imiten su textura y calidez.
Sigue la máxima de menos es más
A la hora de decorar un baño nórdico es importante que te guíes por la máxima de “menos es más”, lo que no quiere decir que no puedas introducir algunos objetos decorativos. Por ejemplo, los cuadros, las velas y las plantas son bienvenidos en este tipo de espacios.
Escoge muebles de líneas sencillas
En cuanto a los muebles, lo ideal es que sean de líneas sencillas y rectas. Además, es importante escoger piezas de mobiliario funcionales. De hecho, lo ideal es que incluyan diferentes compartimentos para ayudarnos a mantener el baño en orden. Por otro lado, debes saber que los muebles de madera de tonalidades claras son los más comunes.
Presta atención a la iluminación
Por último, es esencial que a la hora de decorar un cuarto de baño nórdico prestes especial atención a la iluminación. Y es que no debes olvidar que uno de los objetivos de este estilo es lograr espacios luminosos. Así, deberás potenciar la luz natural al máximo (escoger tonos claros puede ayudarte) y colocar diferentes puntos de luz artificial. Además, debes saber que los espejos pueden hacer que la estancia se vea más luminosa.