El blanco es uno de mis colores favoritos a la hora de decorar. Aporta mucha luminosidad a las estancias, agranda visualmente los espacios, es sereno y relajante. Ante cualquier duda cuando vayas a escoger la tonalidad ideal para vestir tus paredes opta por el blanco: es acierto seguro. Después, siempre podrás introducir notas de color a través de los textiles y objetos decorativos que incluyas en la estancia.
Las ideas que te traigo hoy van encaminadas precisamente a esto: a dar color a una habitación blanca. Como telón de fondo nos da muchísima libertad para jugar con otras tonalidades, ya que pega con todo y el contraste puede ser muy interesante y efectivo.
Las plantas
Las plantas y las flores son sinónimo de color y alegría. Si una habitación es blanca y colocas una planta de hoja verde o una flor de colores llamativos la decoración cambiará radicalmente. Será más acogedora y especial, ya que ese toque natural llenará de vida la estancia. Mira estos ejemplos. Con muy poquito es posible lograr grandes resultados.
Una pared de un color
A veces pintamos las paredes de casa sin haber estudiado bien la luz que entra en las estancias, y sin saber exactamente si esta tonalidad las empequeñecerá más o no quedará del todo bien con los muebles o la distribución escogida. Ante la duda, como te decía al comienzo, opta siempre por el blanco. Después, si te aburres, siempre vas a poder darle una pincelada de color pintando, por ejemplo, solo una de las paredes de la habitación en cuestión. El contraste será chulísimo y conseguirás un cambio de imagen interesante.
Toques de color en un baño blanco
El cuarto de baño es una de esas estancias en las que el blanco está muy presente. Si es el protagonista de azulejos y sanitarios conseguirás un baño más grande visualmente, pero también puedes darle toques de color a través de los accesorios como la jabonera y los textiles como las toallas o la alfombra. Serán notas muy pequeñas con las que crear bonitas combinaciones y que conseguirán alegrar la estancia.
Color a través de los textiles
Los textiles se convierten en una excelente manera de dar notas de color a una habitación predominantemente blanca. En el dormitorio, por ejemplo, puedes jugar con la ropa de cama (sábanas, colchas, mantas, edredones…) y también con las alfombras, los cojines y las cortinas. Estos dos últimos elementos también nos servirán para introducir el color en el salón, donde también es posible usar el blanco como tono base y emplear el color en las telas utilizadas para decorar.
Más ideas para dar color a un dormitorio blanco
Si has elegido el blanco para decorar tu dormitorio porque quieres darle ese aporte de serenidad y tranquilidad que tiene este color tienes varias opciones para introducir color. Ya hemos ido viendo varias: una pared pintada (en este caso es apropiado pintar la del cabecero de la cama), los textiles… Pero hay más. En lugar de pintar la pared puedes poner un vinilo o un papel pintado, también puedes colocar un cabecero lleno de color o unos cuadros sobre la cama o en otra de las paredes.
Elementos decorativos
Finalmente, una última idea para dar color a un ambiente blanco. Los complementos decorativos son una excelente opción, si quieres que sean pequeñas pinceladas: un cuadro, un jarrón, una escultura… Si prefieres que el toque de color sea más grande puedes introducirlo a través de los muebles. Queda increíble una habitación totalmente blanca en la que hay un mueble de un color llamativo. Una vez más, el contraste será espectacular.
Artículos recomendados:
– Ideas para dar color en la mesa