Una de las reformas que se llevan a cabo en muchos baños es un proceso relativamente sencillo al que hacemos alusión en el artículo: cambiar la bañera por una ducha es una gestión habitual. Aunque conviene indicar que hay múltiples razones diferentes para dar el paso de contactar con un equipo profesional para realizar el cambio.
1. Mejorar la accesibilidad y reducir las barreras en la estancia
La seguridad en la decoración del baño es muy importante. Por ello, la accesibilidad es un valor que facilita la movilidad y los desplazamientos en la estancia. Pues bien, el deseo de eliminar posibles barreras puede concretarse en el objetivo de cambiar la bañera por una ducha.
Por ejemplo, es habitual que algunos propietarios mayores de 65 años decidan materializar diferentes mejoras en la vivienda. Y esta es una de las más demandadas pensando, principalmente, en el futuro.
2. Estilo de vida
Como ocurre con otras decisiones decorativas, el estilo de vida influye de forma directa en la planificación del hogar. Por ello, un baño que cuenta con una bañera o con una ducha también ofrece información sobre la rutina personal.
Aunque un baño relajante proporciona un agradable bienestar, algunas personas no suelen disponer del tiempo deseado para disfrutar de esa experiencia con tranquilidad. La ducha, por el contrario, se integra en el estilo de vida moderno.
3. Renovar la decoración del baño
Aunque los resultados de una reforma generan altas expectativas, no es fácil convivir con un proceso que está marcado por obras y cambios. Sin embargo, sustituir la bañera por una ducha es un trámite que no presenta un alto nivel de complejidad.
De hecho, existen equipos perfectamente cualificados que se ocupan de la tarea con la máxima eficacia en un breve plazo de tiempo. Y ese trámite marca un antes y un después en la decoración de un baño que luce un aspecto más amplio.
4. Potenciar la amplitud en el baño
La presencia de una bañera en la estancia, también presenta sus ventajas. Sin embargo, suele tener un inconveniente: reduce de forma notable la superficie disponible en un cuarto pequeño. En consecuencia, una ducha produce el efecto opuesto: proporciona una agradable sensación de amplitud en un baño que parece mayor de lo que realmente.
5. Anticipar en el presente un cambio que será inevitable en el futuro
Un baño con ducha está más adaptado a las necesidades de una persona mayor. Cualquier medida que mejore el grado de seguridad en la estancia reduce el riesgo de sufrir alguna caída.
Desde esta perspectiva, algunas personas prefieren ocuparse de ese cambio antes de que se produzca una circunstancia ante la que sea inevitable emprender la reforma. De este modo, es posible abordar todo el proceso con más tranquilidad.
6. Diseño
Como hemos indicado, la ducha ofrece la ventaja de dar amplitud a un baño pequeño, mediano o grande. Pero su presencia también influye en el lugar en relación con el estilo y la estética. Las reformas de baño que se llevan a cabo en la actualidad reflejan la importancia de buscar la belleza, la armonía y el equilibrio en la composición final.
Las tendencias presentes ofrecen toda la inspiración necesaria para diseñar un entorno cuidado. Las mamparas de ducha de estilo industrial son un ejemplo de ello (pero hay otras múltiples alternativas).
7. Rejuvenecer el baño y la vivienda
Cualquier cambio que renueva la estancia, rejuvenece el lugar. Sin embargo, la reforma que sustituye la bañera por una ducha también incrementa el valor del inmueble desde una perspectiva más general.
La razón del cambio siempre debe analizarse a nivel individual. Sin embargo, los ejemplos que comentamos en Decorablog muestran algunas de las razones frecuentes para concretar la reforma.