El árbol de Navidad se convierte en el foco de atención de la decoración de casas y locales comerciales. Es uno de los adornos por excelencia que, por supuesto, también está presente en aquellas películas cuya trama se enmarca en el periodo navideño. Pues bien, su belleza también puede estar condicionada por pequeños errores que es mejor evitar. A continuación, presentamos una lista con los fallos habituales.
1. Exceso de improvisación: falta de orden y organización
Cuando la composición está formada por distintos tipos de piezas, puedes decidir el orden en el que vas a integrar cada grupo. Por ejemplo, comienza con aquellos elementos que tienen la misma forma y, después, continúa con otro grupo distinto.
En ocasiones, la improvisación ofrece un resultado atractivo, pero también puede derivar en la situación opuesta: un órden caótico y recargado. Por ello, es mejor que dediques un tiempo a planificar la decoración.
2. El riesgo de los extremos: un árbol muy recargado o muy vacío
La estética navideña luce su mejor versión cuando conecta con el sentido del equilibrio y la armonía. En consecuencia, es preferible evitar el riesgo de los extremos. El aspecto de un árbol muy recargado contrasta con la imagen de una propuesta en la que las ramas quedan muy vacías.
En este último caso, la decoración del árbol resulta un tanto impersonal. En la primera opción, por el contrario, los numerosos adornos añaden un importante peso visual al conjunto.
3. Descuidar la base del árbol de Navidad
El atractivo del diseño final depende, principalmente, de la suma de detalles que forman una composición que se percibe de forma holística. Es decir, todos los factores están interconectados. Por ello, es un error quitar importancia a un aspecto concreto como, por ejemplo, la base.
4. Un árbol de Navidad que no es claramente el protagonista
La decoración navideña no solo puede girar en torno al elemento mencionado, sino que también puede crear una ambientación acogedora en otros rincones de la vivienda. Sin embargo, el árbol no se transforma en un punto focal por el simple hecho de lucir una ornamentación original. Hay otros muchos ingredientes que pueden potenciar su visibilidad o, por el contrario, interferir en esa perspectiva.
Pues bien, teniendo en cuenta el tiempo, la ilusión y las expectativas depositadas en la decoración del árbol, es importante que se sitúe como un punto focal del salón, el comedor o el recibidor. De este modo, se disfruta realmente durante el periodo de fin de año.
5. Utilizar adornos deteriorados: un error a evitar en la decoración del árbol
Antes de emprender el proceso de vestir la casa con detalles navideños, conviene hacer un repaso de los recursos y adornos disponibles de temporadas anteriores. Es importante reutilizar y aprovechar los medios que están en buen estado. Sin embargo, cualquier producto material tiene un periodo de vida limitado. En consecuencia, es un error emplear piezas que están bastante deterioradas.
6. Perder la perspectiva del contexto
El nivel de acierto o de error en la decoración navideña depende, en gran medida, de la conexión con el contexto. Por ejemplo, un diseño excesivamente recargado empequeñece una estancia que no es amplia. A veces, el proceso de planificación se centra en el objeto en sí mismo, pero deja en un segundo plano su posición en el mapa.
7. Ausencia de detalles personales en el árbol de Navidad
El atractivo del árbol de Navidad, con frecuencia, gira alrededor de tendencias y propuestas de inspiración muy actuales. Pero la composición final cuenta una historia única cuando luce algún detalle verdaderamente personal.
¡Un año más, disfruta de la decoración navideña y de los preparativos que dan vida al proceso!