Los cambios en la decoración de una estancia pueden ir más allá de las novedades que se integran en la composición del entorno. Existe un paso previo que conviene realizar con relativa frecuencia: quitar lo que sobra. Es decir, eso que no suma valor, significado, estética o practicidad al conjunto. En Decorablog compartimos siete ejemplos de elementos que tal vez quieras retirar de tu casa.
1. Pequeñas figuras y objetos en miniatura
Los objetos en miniatura se convierten en idea de regalo habitual o en bonitos detalles que se contextualizan en el marco de un viaje inolvidable. ¿Pero qué hacer cuando la ornamentación es excesiva? En ese caso, tal vez necesites establecer prioridades para guardar y conservar, únicamente, aquellos diseños que realmente te gustan (o tienen un valor sentimental para ti).
2. Libros y revistas
La cultura puede integrarse en la decoración de la vivienda a través de la creación de una biblioteca. Un espacio que integra una selección de libros que se convierten en una fuente de inspiración, entretenimiento y consulta. Sin embargo, esas obras tienen un importante valor. Y conviene dar otra vida a algunos de esos libros cuando únicamente ocupan un espacio en las estanterías.
También conviene poner orden en revistas antiguas que todavía conservas. Muchos de esos materiales pueden reutilizarse. Por ejemplo, quizá puedas donar libros en buen estado a una biblioteca. Las revistas, por su parte, aportan un recurso práctico para hacer manualidades.
3. Productos que no funcionan
La decoración de la casa pone en perspectiva la perfecta integración de la estética y la practicidad. Sin embargo, es habitual que haya algún artículo que, a pesar de que no funciona, todavía sigue ocupando un espacio en el interior de la vivienda.
En consecuencia, si quieres potenciar el orden y la organización en tu residencia habitual o en un apartamento de vacaciones, revisa el espacio desde una perspectiva integral. Quizá ya ha llegado el momento de depositar en el lugar correspondiente aquellos productos que han quedado obsoletos.
4. Tendencias obsoletas que ya no te gustan
Las decisiones que tomas en decoración pueden ser un reflejo del momento personal en el que te encuentras. También muestran la influencia de la moda y las tendencias que triunfan en cada momento. Sin embargo, muchas propuestas quedan obsoletas en algún instante. Es decir, quedan desfasadas o, sencillamente, ya no te gustan tanto como antes.
En ese caso, quizá decidas redecorar la vivienda. Y, para ello, puedes empezar por quitar esas tendencias que forman parte del ayer.
5. Artículos que únicamente guardas «por si acaso»
Hay muchas creencias que fomentan la tendencia hacia la acumulación de productos innecesarios. Quizá puedas elaborar tu propia lista de artículos que únicamente conservas «por si acaso». Sin embargo, aunque pasa el tiempo, ya no recuerdas cuándo fue la última ocasión en la que empleaste esos elementos.
6. Algunas cajas, recipientes, tarros o envases
Si analizas el estado actual de tu vivienda, desde el punto de vista del orden y la decoración, es posible que identifiques un área de mejora en concreto. A veces, el caos surge en rincones específicos o en el interior de algunos armarios como consecuencia de la acumulación de recipientes, cajas o envases. En ese caso, puedes guardar, únicamente, los elementos esenciales.
7. Jarrones deteriorados
La decoración floral embellece el hogar. Y los jarrones complementan la vivienda: añaden el valor de la atención al detalle. Sin embargo, los floreros también pueden desgastarse y deteriorarse de forma significativa con el uso. Si un producto está muy deteriorado, no cumple con su auténtica funcionalidad porque no se encuentra en buen estado.
¿Qué cosas crees que sobran en la decoración de tu casa desde tu punto de vista? La pregunta se alinea directamente con la gestión del orden y la organización.