El color azul es una de las propuestas de moda en la decoración navideña de esta temporada. Te damos seis motivos para integrarlo en la estética de tu hogar durante el periodo de fin de año.
1. Innovar más allá de los tonos clásicos
El dorado, el plateado, el verde o los estampados de cuadros son ingredientes que aportan el toque definitivo a la atmósfera navideña. Pero la búsqueda de inspiración va más allá de los elementos más tradicionales. El azul, de hecho, puede ser el recurso ideal para embellecer y reinterpretar la esencia de los elementos más convencionales.
Aporta sencillez, naturalidad y frescura. Es decir, es una propuesta que complementa los looks más clásicos, pero añade un toque de modernidad.
2. Refuerza la conexión con la naturaleza
Las referencias a la naturaleza son habituales en la planificación de la decoración navideña. Una corona de Adviento de estilo rústico es un ejemplo de ello. El árbol de Navidad es un símbolo visual que, por su parte, refuerza la conexión con lo natural en el interior del hogar. Pues bien, el azul produce este mismo efecto.
Está directamente vinculado con diferentes perspectivas del paisaje exterior. Pero la influencia de un color no solo deja su efecto en el plano estético, como ocurre cuando la decoración navideña luce una excelente combinación. La colorterapia se alinea con el deseo de crear una atmósfera cálida y agradable durante las fiestas. El azul aporta el valor de la calma, la serenidad y la tranquilidad.
3. Destaca como protagonista principal o en pequeñas dosis
El azul eleva la creatividad en la decoración navideña desde ángulos muy diferentes. Por ejemplo, puede ser el protagonista de la composición: el tono predominante en la estética del hogar. En ese caso, no recarga el interior, sino que el resultado es elegante y atractivo.
Pero el azul también brilla por sí mismo cuando se integra en el plano por medio de los matices. Su presencia en los detalles consigue dibujar contrastes sutiles, bonitos y elegantes.
4. Combina con otros muchos colores
El azul combina perfectamente con otros tonos típicamente navideños. Por ejemplo, crea un elegante binomio con otro color característico del invierno: el blanco. La fusión de ambos ingredientes embellece la composición final.
Del mismo modo, se complementa con otras tonalidades que se identifican de forma especial con la Navidad: el gris es otra propuesta atractiva y sofisticada. En definitiva, el azul inspira con sus múltiples matices porque se enmarca en distintas mezclas y composiciones. El azul mantiene un verdadero equilibrio con una gran selección de colores. Y también combina con diferentes estilos.
5. Su belleza destaca en todo tipo de materiales
El azul puede ser uno de los grandes protagonistas de los adornos seleccionados para diseñar el árbol. Sin embargo, es un acabado que también destaca en otro tipo de materiales y partes de la vivienda. Por ejemplo, aporta un toque cálido y acogedor en la decoración de los textiles.
También realza la presentación de la mesa en los eventos festivos de las fiestas. Por tanto, es un tono que no pasa desapercibido allí donde se encuentra: en muebles, paredes, puertas… Del mismo modo, su presencia destaca en papeles de regalo que tienen un formato monocolor o un estampado muy navideño.
6. Reinterpretar la Navidad desde el presente
Cada nuevo periodo de fin de año puede poner en perspectiva las tradiciones creadas en torno a la decoración navideña en el hogar. Por otra parte, la nueva temporada ofrece la oportunidad de reinterpretar las tendencias, actualizar los preparativos y sumar matices que rompen con lo convencional. El azul añade elegancia, sofisticación, calma, delicadeza, naturaleza y contrastes muy sutiles.