La elección del estilo decorativo de un inmueble se enmarca en un contexto. Y la ubicación en la que se sitúa la vivienda forma parte del mismo. Una casa de campo mantiene su conexión con el paisaje. La ubicación aporta una atmósfera relajante al interior del hogar. ¿Cómo elegir la estética del espacio? Presentamos cinco propuestas que realzan la belleza de una vivienda perfectamente alineada con la naturaleza.
1. Estilo Kinfolk para casas de campo
La vida en el campo invita a disfrutar de una rutina tranquila. El entorno se aleja de la prisa que describe el ritmo de una gran ciudad. Pues bien, el estilo kinfolk es una expresión de sencillez minimalista. Los colores claros, que recuerdan al look de estancias con un aire nórdico, son los predominantes. La luminosidad del blanco, por tanto, da calidez y armonía. Finalmente, el interior se viste con materiales que tienen un acabado muy natural.
2. Estilo boho
La estética de esta propuesta de estilo combina perfectamente con el rústico que está presente en tantas casas de campo. Una de las claves del estilo boho es el uso de una amplia variedad de colores. El interior se viste con una gran selección de tonalidades que visten una decoración alegre. El resultado de la composición final sorprende por su naturalidad. De hecho, las plantas son el complemento definitivo de la vivienda. El verde añade frescura al conjunto.
3. Estilo provenzal para casas de campo
La luz natural es una de las características que destaca a simple vista en una estancia que abre sus puertas al exterior. Los grandes ventanales conectan con jardines y paisajes exteriores. A través del cristal es posible observar la imagen panorámica de un rincón de naturaleza. Por tanto, las vistas se integran en el interior como si fuesen un lienzo.
Los textiles y complementos se convierten en los verdaderos protagonistas del entorno. Por su parte, la cocina y el salón son el corazón de la casa. Están perfectamente adaptados para disfrutar de la rutina cotidiana en un escenario cómodo y acogedor.
4. Decoración romántica
La ornamentación floral suma el acento romántico definitivo en una casa de campo. Los ramos, situados en pequeños jarrones, aportan una nueva perspectiva del interior. Por otra parte, los estampados de flores dan una estética muy natural a los textiles que visten el salón y el dormitorio. La decoración romántica cuida todos los detalles. Por otra parte, el mobiliario en madera y blanco crea la atmósfera deseada en el espacio. El papel pintado con un toque floral es uno de los recursos utilizados en casas de campo.
5. Estilo rústico
La piedra y la madera son dos de los materiales que adquieren una especial visibilidad en las casas de campo. Actualmente, existen recursos que imitan la estética de ambos acabados. El rústico es una de las propuestas de estilo que triunfa en este tipo de inmueble. Y, además, es un diseño que combina con una gran variedad de propuestas complementarias. Por ejemplo, forma el binomio ideal con el nórdico, el industrial, el contemporáneo o el minimalismo.
6. Estilo de decoración sostenible
Una casa de campo está en conexión directa con la naturaleza. La ubicación del inmueble aporta la perspectiva ideal para observar la evolución del paisaje en cada una de las estaciones. Pues bien, la decoración sostenible cuida y protege el entorno por medio de la elección de materiales respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, es posible decorar una casa de campo con muebles reutilizados.
Una casa de campo puede ser el hogar habitual o una segunda vivienda destinada a disfrutar en un entorno acogedor del periodo de descanso.