La isla de cocina se transforma en el centro de un espacio perfectamente reformado. Es una propuesta de inspiración muy actual. Sin embargo, el resultado final puede estar condicionado por errores que limitan el potencial práctico o estético del mueble. A continuación, presentamos una selección de fallos habituales.
1. Poner el foco en la idea, pero no definir los objetivos
Una cocina con isla es un concepto decorativo muy general. Sin embargo, es una propuesta flexible que se adapta a diferentes espacios y estilos de vida. Es recomendable contextualizar el proyecto de decoración. Un error frecuente es priorizar la integración de una isla en casa, sin haber dedicado el tiempo suficiente para definir los objetivos alineados con este formato.
2. No valorar otras alternativas
El diseño de una cocina con isla queda especialmente atractivo en una estancia amplia y luminosa. Es una tendencia muy atractiva. Pero eso no significa que luzca su mejor versión en cualquier tipo de superficie. El propietario de un inmueble puede cometer el error de centrar su atención únicamente en este concepto, sin contemplar otras posibles alternativas que tienen su misma esencia.
Por ejemplo, es posible situar una gran mesa de estilo rústico en el centro de la cocina para crear una zona de trabajo. Por otra parte, una barra de desayuno requiere de muy pocos centímetros. Y es perfecta para crear un espacio de conversación en casa. Además, la península se presenta como una opción a tener en cuenta.
3. Confundir la parte con el todo
La isla adquiere una gran visibilidad en la estancia. Ocupa un lugar destacado en la distribución de la cocina. Incluso cuando se transforma en un punto focal, conviene recordar que existen otros detalles que requieren de cuidado, atención y planificación. Pues bien, es posible cometer el error de depositar altas expectativas en esta idea. La isla forma parte de una decoración holística. Por ello, no hay que confundir la parte con el todo.
4. Taburetes que no forman un conjunto perfecto con la isla
Una selección de asientos altos se convierte en el binomio ideal del mueble. Especialmente, cuando la zona ha sido diseñada para potenciar el encuentro y la conversación. Quizá el estilo de los taburetes desentone con la estética de la isla. Tal vez no ofrecen el confort necesario para disfrutar de momentos de calidad en la estancia. Quizá se estropeen antes de lo esperado. En definitiva, la elección de los taburetes es muy importante. Pero es posible elegir productos que presentan pequeñas imperfecciones.
5. Un diseño con demasiado peso visual
Es habitual poner el acento en las medidas de un mueble para seleccionar un formato que se adapte al plano perfectamente. Más allá del tamaño, existen otros factores que influyen en la estética de una cocina con isla. Un elemento central que posee demasiado peso visual empequeñece la estancia. Pues bien, es un aspecto que conviene tener en cuenta en todo tipo de habitaciones, no solo en cocinas pequeñas.
6. Iluminación imperfecta
Es habitual poner en valor el factor estético de la isla. La belleza de esta propuesta de decoración ofrece muchas posibilidades. De hecho, es un elemento clave para diferenciar ambientes. Más allá de la imagen, hay otros ingredientes esenciales que forman parte de un lugar acogedor: la funcionalidad y la seguridad. Pues bien, existe un error que conviene evitar en relación con esta última cuestión: una iluminación imperfecta no se adapta a las necesidades que plantea una zona de trabajo o de conversación.
Un proyecto de reforma de una cocina con isla requiere de tiempo y de planificación. Por ello, es recomendable no afrontar el proceso con prisa o impaciencia.