Una vivienda familiar está formada por varias personas. Por ello, el proyecto de decoración debe adaptarse a las necesidades del estilo de vida de cada persona y del grupo en su conjunto. ¿Qué errores frecuentes se producen en este tipo de inmueble?
1. Falta de previsión respecto a posibles cambios
La situación actual de la familia describe su realidad presente. Pero es recomendable que el entorno sea dinámico para evolucionar con los cambios que se producen en cada etapa. Por este motivo, la falta de previsión es uno de los fallos frecuentes. Se produce cuando los objetivos a largo plazo pasan desapercibidos en el plan de acción.
2. Priorizar la estética en lugar de la funcionalidad
Es un fallo que suele producirse en detalles concretos de la vivienda. Es decir, no es un componente que implique a todo el espacio. Sin embargo, es habitual que alguna idea de decoración no resulte verdaderamente práctica en la vida cotidiana.
De este modo, la decisión inicial se percibe como poco adecuada cuando la familia crea nuevos recuerdos en ese hogar. Desde esa perspectiva, el grupo concluye que esa propuesta, aunque destaque por su atractivo estético, no resulta cómoda.
3. Tomar decisiones precipitadas para que todo esté acabado
La decoración de una casa familiar requiere de un alto nivel de atención al detalle. Hay que tener en cuenta muchos aspectos diferentes puesto que conviene encontrar el equilibrio entre los espacios compartidos y las zonas individuales. Es decir, el proyecto de decoración plantea retos y dificultades. Sin embargo, conviene evitar la prisa y la impaciencia en la superación de los obstáculos.
Es probable que haya que buscar varias alternativas, comparar diferentes propuestas y analizar las ventajas e inconvenientes de cada medida. A pesar de ello, se produce un error frecuente: surge la impaciencia por finalizar el proceso y dejar de convivir con esa sensación que producen las tareas pendientes.
4. No aprovechar todas las posibilidades que ofrece el salón
La zona de estar, integrada por varios asientos cómodos, es una de las más importantes en un salón familiar. La estancia es un lugar de encuentro y convivencia diaria. Por este motivo, es recomendable que la distribución del entorno y los objetivos establecidos potencien la creación de un universo multifuncional.
Por ejemplo, tal vez sea necesario añadir un área de juegos para niños o enmarcar un pequeño despacho en un rincón. Pero es habitual dedicar tanta atención a la planificación de la zona de estar, que es posible cometer el error de dejar otros aspectos en un segundo plano. En ese caso, la estancia no desarrolla su verdadero potencial.
5. Exceso de elementos decorativos en el salón
Una casa familiar tiene mucha vida. El plan decorativo se alinea con la expectativa de crear una vivienda cálida y acogedora. Pues bien, es posible añadir demasiados adornos y complementos en el salón o los dormitorios. Es recomendable revisar el resultado final para hacer pequeños ajustes en cada habitación. Es decir, quizá sea necesario eliminar algún detalle que no aporta valor o que no tiene un significado en ese contexto.
6. Zonas de paso sin una decoración atractiva
Las zonas de paso, como bien indica el término, cumplen una funcionalidad básica puesto que facilitan la movilidad y los desplazamientos. El pasillo es un ejemplo de ello: es el hilo conductor que une las diferentes estancias de la vivienda. El componente práctico del lugar puede alinearse con la estética por medio de una decoración sencilla y bonita. Aunque es frecuente que el resultado final del entorno no muestre la mejor versión de esta parte de la vivienda.
Los errores en la planificación de una casa familiar pueden corregirse por medio de diferentes soluciones de decoración.