El equilibrio es uno de los ingredientes que potencia la belleza de cualquier estilo de decoración. Incluso, realza el encanto de una estética maximalista y ecléctica: propuestas que llaman la atención por la abundancia de colores, texturas y detalles ornamentales. Sin embargo, la búsqueda de la armonía puede parecer más difícil de lograr en un contexto tan creativo como la Navidad. Las tiendas especializadas en el sector ofrecen catálogos con atractivas tendencias, adornos y elementos especiales. ¿Cómo potenciar la armonía en este escenario estacional?
1. Colores clásicos
Algunos tonos son típicamente característicos de la época navideña. Por ello, son una inspiración atemporal. Poseen una belleza que perdura. En consecuencia, son siempre un acierto en la recta final de año. El dorado, el plateado, el verde o el rojo son algunas opciones. Eso no significa que otros colores rompan con la búsqueda del equilibrio. Intégralos en una composición en la que también esté presente alguna tonalidad más clásica.
2. Conexión con la naturaleza
La referencia del paisaje es constante en colores, formas y texturas. Una decoración natural eleva el nivel de calidez en el salón. Pero también potencia el equilibrio y la armonía. Las flores, las ramas verdes, la corona de Navidad y los adornos de color verde son solo algunos de los elementos que puedes utilizar para que el resultado final de la composición sea muy agradable.
3. Revisa la decoración definitiva y elimina aquello que sobra
El proceso de decoración navideña muestra la suma de cada pieza que se añade al contexto. Sin embargo, la belleza final se potencia todavía más cuando te tomas un tiempo para observar el espacio desde diferentes ángulos. De este modo, adquieres la perspectiva necesaria para realizar algunos ajustes y modificaciones. Por ejemplo, quita aquellas piezas que no tienen un sentido práctico o estético. Cambia de posición aquel adorno que luce su mejor versión en una óptica diferente.
4. Busca un hilo conductor en la decoración navideña
Tal vez la decoración principal se enmarque en una estancia de la vivienda. Es habitual que los elementos más llamativos se sitúen en el salón. De este modo, las visitas también disfrutan de los cambios llevados a cabo en la habitación. En otros casos, la estética navideña se extiende al recibidor, la cocina y el pasillo.
En ese caso, ten en cuenta que cada lugar forma parte de un mismo contexto. En consecuencia, encuentra un hilo conductor y utiliza ese nexo como un punto de unión que realza la continuidad visual en la decoración navideña. Por ejemplo, si quieres potenciar el efecto del color dorado, realza su protagonismo en la composición definitiva.
5. Unifica la estética y la practicidad en la decoración navideña
La estética llama la atención de una forma especial en la decoración navideña. Su imagen se viste de color, matices y contrastes. Los adornos utilizados realzan la ornamentación de la vivienda. Embellecen el salón y hacen que sea un entorno más acogedor. Un aspecto que resulta muy positivo en un periodo en el que el tiempo en casa tiene un significado emocional.
Sin embargo, el equilibrio de la estética se rompe cuando la composición final no es práctica. Por ejemplo, cuando la decoración utilizada empequeñece de forma notable el salón o reduce en exceso las zonas de paso. En esa circunstancia, es necesario hacer cambios para encontrar aquella fórmula que se integre perfectamente en el plano. Del mismo modo, hay que descartar aquellos elementos que están deteriorados y suponen algún riesgo para la seguridad personal.
6. Decora de forma consciente en Navidad
Además de la estética o la funcionalidad, existe un tercer ingrediente que conviene valorar: el significado emocional que puedes encontrar en algunas de las piezas que se integran en el hogar.