¿Qué le pides a tu dormitorio? Seguramente que sea lo suficientemente amplio como para que te sientas cómodo, aunque por desgracia no siempre contamos con el espacio que nos gustaría.
Si los metros cuadrados escasean y no quieres darte por vencido, te recomiendo poner en práctica los 6 consejos que comparto contigo en este artículo, ya que están al alcance de cualquiera y es muy fácil ponerlos en práctica. ¿Te apetece conocerlos? ¡Vamos allá!
Aprovecha el espacio disponible debajo de la cama
No caigas en el error de comprarte una cama que no disponga de espacio de almacenaje justo debajo del somier. A día de hoy es muy sencillo encontrar camas que ofrecen soluciones ideales para quienes tienen un dormitorio pequeño. Sin ir más lejos, IKEA vende camas con cajones y con el clásico canapé abatible (te recomiendo el artículo «Ventajas de los canapés»).
Por comodidad te recomiendo esta última opción, ya que no cuesta nada acceder a los objetos almacenados. La cosa cambia cuando son cajones, ya que éstos nos ponen limitaciones y hay que abrirlos uno por uno, algo que no siempre es fácil porque pueden tocar con la mesita de noche o con la pared.
Compra muebles hechos a medida
Un dormitorio consta de varios muebles, como por ejemplo la cómoda, las mesitas de noche o la cama. Puede que algunos de ellos encajen a la perfección, pero también es posible que te desesperes buscando una pieza de mobiliario con un tamaño muy específico que ningún fabricante produce a gran escala. ¿Qué hay que hacer en esos casos? Recurrir a los muebles hechos a medida. El principal inconveniente es que suelen ser más caros que los que figuran en los catálogos.
Pinta el dormitorio de color blanco
Es el color que siempre recomendamos para que la sensación de amplitud sea mayor. Los metros cuadrados disponibles seguirán siendo los mismos, pero te sentirás más a gusto entre las cuatro paredes del dormitorio. El blanco aporta luminosidad, brillo y serenidad. Además, si se conserva como el primer día, ayuda a que la habitación parezca más limpia.
Si el blanco no te gusta porque te parece demasiado soso o ya te has cansado de él, que sepas que también puedes apostar por otras tonalidades claras como el gris o el arena, que encima son capaces de aportar elegancia a cualquier habitación.
Organiza bien los armarios
El orden es fundamental, y eso implica que tus armarios te van a ayudar siempre y cuando las zonas de almacenaje estén bien organizadas. Para ello puedes utilizar separadores para la ropa y los complementos, como por ejemplo cinturones o pañuelos. Puede parecer una tontería, pero que una habitación esté ordenada hace que parezca más grande, todo lo contrario de lo que sucede cuando la ropa está tirada por el suelo o encima de la cama.
Piensa en la distribución
Hay que pensar de verdad. Lo de la distribución es lo más complicado, ya que implica una serie de cambios que no se pueden llevar a cabo sin pensar. Es importante que el dormitorio esté estructurado de tal forma que sea funcional, todo ello sin olvidar la estética y el objetivo de ganar espacio. Con eso me refiero a que hay que respetar una serie de normas no escritas, como la de dejar un mínimo de 60 centímetros de espacio a cada lado de la cama o al menos un metro entre la cama y el armario.
Saca el máximo partido a las paredes
Las paredes, si no se recargan en exceso, nos pueden ayudar a ganar espacio. Hay que evitar los pósters, los vinilos y los objetos decorativos oscuros, ya que son capaces de restar luz al dormitorio. Todo lo que sea ganar espacio en vertical, bienvenido. ¿Qué significa eso? Que puedes recurrir a baldas y estanterías con altura que pueden ser estrechas.
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