El estilo decorativo que más te gusta es aquel que muestra la mejor versión de tu hogar. Sin embargo, existen múltiples corrientes que pueden inspirarte. El diseño rústico, nórdico, industrial, ecléctico, campestre, provenzal, barroco o clásico son solo algunos de los estilos que dan personalidad al hogar. ¿Cómo elegir la propuesta que más te gusta?
1. Lugares con alma en los que te sientes como en casa
La visión de un espacio no es lineal, cada persona percibe la decoración de una habitación desde su punto de vista. Por ello, a partir de tu propia experiencia, puedes recordar en qué lugares te sientes bien. ¿Cuál es la decoración que es sinónimo de hogar según tu criterio? Inspírate en casas con alma que tienen la esencia que quieres ver en tu propia vivienda.
2. ¿Cómo visualizas el hogar en el que te gustaría crecer?
Existen muchos espacios que pueden encantarte cuando los disfrutas durante un rato, sin embargo, ese no es el estilo que te define. Para identificar el diseño que te encanta es recomendable que contestes a esta pregunta pensando en el largo plazo.
¿Cuál es el estilo que, según tu criterio, tiene un enfoque atemporal? Utiliza los colores, materiales y características que tanto te gustan para personalizar tu propio refugio. Tú eres único y, por tanto, el estilo de tu hogar también lo es. Reinterpreta cualquier propuesta que te guste para hacerla propia de forma natural.
3. Observa más allá de la primera impresión
La decoración está muy vinculada con el arte de la observación. Una mirada atenta de la realidad te muestra ideas, tendencias y perspectivas. Esta atención pone el foco en cualquier rincón en el que el diseño esté presente: las localizaciones de películas, los hoteles, las casas, las fotografías de revistas…
A partir de este análisis, encontrarás elementos que se repiten y que te gustan en cualquier contexto. Estos detalles te dan las pistas definitivas para ir desvelando cuál es tu propio estilo. ¿Qué colores y artículos de decoración te encantan? ¿Qué propuestas no quieres que formen parte de tu hogar? ¿Qué aspectos te hacen dudar?
4. Estilo de vida
Un hogar feliz es un reflejo de tu estilo de vida. Por ello, es recomendable que dicho espacio se adapte a tus necesidades y circunstancias. De este modo, el escenario exterior te aporta el máximo confort. Un objeto puede transmitirse sensaciones diferentes, incluso, sentimientos. ¿Qué objetos, propuestas y tendencias te aportan emociones agradables? Prioriza el protagonismo de ese tipo de detalles.
5. Sal de tu zona de confort: creatividad e imaginación
El estilo que te encanta es un reflejo de tu zona de confort, es decir, representa la comodidad. Te sientes familiarizado con las características de un entorno que luce ese diseño. Pero todo ser humano evoluciona y, por tanto, sus preferencias también cambian. Por ejemplo, tal vez te gusten algunos detalles de otro estilo complementario. En ese caso, crea un lugar que fusione la belleza de cada corriente.
6. Observa todos los detalles y matices
Lo general y lo concreto se unen en un espacio con tanta vida. Los detalles más sencillos, a veces, pasan desapercibidos para aquel que intenta identificar cuál es el estilo que más le gusta. Y, sin embargo, los accesorios, complementos, adornos y piezas originales que más llaman tu atención te ofrecen pistas para reconocer el diseño con el que te identificas.
¿Cómo elegir el estilo decorativo que más te gusta en este momento de tu vida? Ten en cuenta qué consejos darías tú a un amigo que quiere lograr este objetivo. Y aplica esas sugerencias a tu propio proceso de descubrimiento. ¡Disfruta de esta experiencia de autoconocimiento a través del lenguaje de la decoración!