Es importante encontrar el momento oportuno para iniciar un proyecto de reforma en el hogar. El instante ideal es aquel que mejor se ajusta a las circunstancias del propietario de dicho inmueble. Existe una época del año en la que se concretan muchos objetivos en casa: el verano. Con la proximidad de esta estación, analizamos cuáles son los motivos para elegir los meses de julio, agosto y septiembre como periodo ideal para hacer algunos cambios.
1. Preparar la casa para el nuevo curso
Existe una estación que, verdaderamente, es sinónimo de cambio de etapa. La vuelta al cole no solo ilusiona a los niños, sino que también implica de forma metafórica a adultos que emprenden otros proyectos a partir de este plazo.
Las familias planifican esa vuelta a la rutina tras haber disfrutado de un merecido descanso. Pues bien, este es uno de los motivos por los que el verano es una época muy propicia para hacer cambios: renovar el hogar y actualizarlo para ese comienzo.
2. Aumentar tu nivel de implicación en el proyecto
Cuando tienes que conciliar distintas responsabilidades para encontrar el equilibrio entre tu vida profesional y personal, no dispones de las mismas circunstancias que cuando te encuentras de vacaciones. Cuando disfrutas de unos días libres en el trabajo puedes concentrarte todavía más en el proyecto de reforma.
De este modo, dispones del tiempo necesario para mantener una comunicación frecuente con el equipo, observar la evolución de esta transformación, conocer los imprevistos que surgen en el plan de acción… Aunque durante otros periodos del año también puedes formar parte del proceso, disfrutarás más de esta experiencia si tienes un mayor nivel de tranquilidad.
3. Elevada disponibilidad de profesionales especializados
Tal vez, en otros momentos del año, tengas que esperar durante varias semanas hasta que el perfil con el que has contactado pueda implicarse en el proyecto. La elección del momento ideal para una reforma no solo se basa en el análisis de necesidades personales, sino también en la disponibilidad de los profesionales. Y algunos expertos en este campo tienen un menor volumen de trabajo durante el periodo estival.
4. Más horas de luz natural
La luz natural influye de forma directa en la decoración de una estancia porque embellece todos los detalles. El lugar se percibe mejor con esta claridad. Unas óptimas condiciones de luz natural también son muy positivas en el transcurso de una reforma en la que va a trabajar un equipo multidisciplinar. Las tareas más especializadas y complejas podrán llevarse a cabo en un contexto como este.
5. Acabar con las tareas pendientes
Con frecuencia, durante el año se posponen proyectos que no se materializan en la realidad hasta que, definitivamente, tomas la iniciativa de realizarlos. El contexto estival presenta un horizonte deseado para llevar a cabo ese tipo de tareas, sin que la situación se prolongue durante más tiempo. De este modo, la vuelta a la rutina del mes de septiembre si tendrá un verdadero punto de inflexión.
6. Relativizar las molestias que generan las obras
Una reforma es un motivo de ilusión, pero también supone una ruptura con la zona de confort. La adaptación al cambio es clave en este contexto. Las dificultades que producen las obras no desaparecen durante las vacaciones, pero sí puede cambiar el modo de interpretar las circunstancias externas. En un periodo que está acompañado por la motivación del descanso, dicho proyecto se vive con mayor tranquilidad que en otras épocas del año.
¿Qué otros motivos para hacer reformas en verano quieres añadir a esta lista de ideas? El análisis de ventajas e inconvenientes, en relación con este proyecto estival, siempre debe ser individual.