5 objetivos de la decoración en el día de la boda

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La celebración de una boda es un ejemplo de día del calendario que tanto los protagonistas como los invitados visualizan de manera anticipada en la proximidad del tiempo. La planificación del “sí quiero” toma forma a partir de distintos elementos. La decoración describe el estilo de un evento que es único porque la historia que describe también lo es. ¿Por qué es tan importante la decoración tanto en una boda íntima como en un evento con numerosos invitados? A continuación, describimos algunos ejemplos.

1. Fotografías de un día inolvidable

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La memoria biográfica del «sí quiero» se completa con la selección de fotografías que inmortalizan instantáneas en las que la propia decoración está presente. Frente a la sensación de fugacidad de un día planificado previamente, la decoración deja de ser efímera a través del lenguaje de una fotografía que tiene un alto valor emocional. Durante el día de la boda, las emociones y los sentimientos giran en torno a un acontecimiento de ilusión.

Por tanto, la estética de las imágenes puede estar vinculada con la ambientación del escenario elegido para un momento tan importante.

2. Comunicación visual

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Existen distintos estilos de decoración nupcial pero existe un elemento universal en la esencia de este día. Las flores aportan color y belleza a este día. El día de la boda gira en torno al significado de una historia. Una historia que los invitados ya conocen pero que hoy nuevamente recuerdan a partir de este nuevo capítulo. La decoración de la boda también forma parte de la narrativa de esta historia de amor que describe la expectativa de los protagonistas en este día.

3. Nuevas sensaciones

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Cada boda es diferente. Y este hecho se visualiza en distintos momentos de esta celebración. Por ejemplo, la estética de las invitaciones de boda puede estar alineada con el estilo de decoración de este día de la boda. La magia de una boda se transmite por medio de la suma de experiencias que adquieren la visión de cada uno de los asistentes. La decoración de la boda puede producir experiencias muy diferentes, por ejemplo, la sorpresa.

Aunque la esencia de la boda puede inmortalizarse a través de fotografías que componen el álbum de este día, la verdadera experiencia de felicidad es aquella que se vive en presente por medio de la conexión con un espacio que realza la belleza de la estación en la que se celebra el enlace. Sensaciones y emociones que dejan recuerdos que forman parte de esta película real.

4. Personalización

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Cada boda es diferente. Cada pareja es especial. Los invitados también lo son. Por medio de una programación alineada con las expectativas de los protagonistas se reduce la distancia que puede separar este momento de la visualización previa. La belleza de la decoración de la boda no depende de un presupuesto elevado sino de la atención al anhelo de los protagonistas que comparten la alegría de este día en compañía de los seres queridos.

Cada historia de amor tiene una esencia única desde la memoria de las primeras citas. La boda describe el inicio de otro capítulo. Este momento es especial por sí mismo. La decoración expresa esta magia del momento.

5. Estilo de la boda

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Existen distintos estilos posibles en este día. Esta contextualización unifica los distintos detalles de una boda en torno a las características universales de esa idea. Existen muchos estilos diferentes que pueden hacerte soñar, por ejemplo, el rústico, el industrial o el vintage.

Por tanto, en la planificación del día de la boda, la decoración está muy presente. Este lenguaje comunica una información que trasciende a las palabras por medio de una información visual.

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