El invierno está a la vuelta de la esquina y no somos pocos los que estamos preparándonos para acondicionar nuestro hogar. La estación más fría del año nos pide una serie de cambios que podemos acometer fácilmente, sin tener que invertir una gran cantidad de tiempo o dinero.
A continuación te voy a dar 5 ideas para que decores que casa en invierno de la mejor forma posible. Toma nota y adáptalas a tus necesidades sin miedo a equivocarte.
Apuesta por más cojines que nunca
Tengo que reconocer que me encantan los cojines. Nunca lo he podido ocultar y menos en invierno, que es cuando hay que darles el protagonismo que se merecen. ¿A qué me refiero con eso? A que hay que añadir más cojines que nunca a la cama y al sofá, ya que gracias a ellos nos sentimos más arropados. Los de lana son perfectos para protegerse del frío, y a menos que tu sofá sea de piel es muy probable que queden de maravilla.
Demuestra que te gustan las alfombras
Soy partidario de tener alfombras todo el año. Los fabricantes se han dado cuenta de que pueden diseñar modelos muy válidos para cualquier estación y estancia, lo que nos facilita las cosas a la hora de elegir esa alfombra que teníamos en la cabeza.
En invierno te vendrá muy bien tener una de esas alfombras gruesas que te permiten deshacerte de los zapatos mientras estás en el salón disfrutando de tu serie favorita. Los tonos rojos, granates, naranjas y amarillos son los que más calidez transmiten.
Crea un rincón de lectura acogedor
¿A quién no le gustaría tener un rincón de lectura en casa? Por pequeña que sea, siempre se puede encontrar un hueco en el que acondicionar un rincón preparado para sumergirse en un buen libro. Esto es especialmente placentero en invierno, cuando afuera hace frío y llueve. Basta con mirar por la ventana con un buen libro en la mano y una taza de café a 30 centímetros para considerar que quedarse en casa también puede ser una buena elección. No olvides lo importante que es iluminar bien la zona y preparar un asiento lo más cómodo posible.
Rodéate de luz cálida
La luz fría no es la más recomendable en invierno. La que gana más adeptos es la luz cálida, la que tiende a ser amarilla. La puedes colocar en todas las estancias de tu hogar, especialmente en aquellas en las que vas a pasar más tiempo.
Sabrás si una bombilla es de luz cálida fijándote en la temperatura de color, ya que existe una escala expresada en la unidad de medida kelvin (K) que va desde los 1.800K de la luz más cálida hasta los 16.000K de la luz más fría. La luz neutra, la más blanca de todas, es la de 5.500K.
Enciende velas en cualquier estancia
Las velas siempre son mágicas, y más en épocas como la Navidad. Puedes comprarlas en cualquier tienda o haceras tú mismo, que es más fácil de lo que parece. Sea como sea, recurre a ellas para sentirte bien en espacios como el baño, donde puedes llegar a crear un pequeño spa del que no querrás salir. También puedes colocarlas en una habitación infantil para que los niños se relajen, ya que algunas desprenden un aroma que puede ayudar a conciliar el sueño.