5 consejos para prevenir la humedad en casa

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La estructura de una vivienda no solo parte del embellecimiento propio de los recursos de decoración, sino también, de la atención al inmueble en sí mismo. Las humedades son foco de vulnerabilidad y su impacto sobre la superficie es tan negativo que, por esta razón, es tan vital prevenir su aparición. La actitud que debe adoptar la familia frente al riesgo de humedades no solo parte de la búsqueda de soluciones una vez que ya se han producido, sino también, de la prevención a través de la planificación. Este es un problema que aumenta, especialmente, durante el otoño y el invierno. ¿Qué puedes hacer para ocuparte de este asunto? Te hemos hablado de las soluciones contra la humedad, pero hoy toca hablar de prevención.

Ventilación

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El hábito de abrir las ventanas de la casa es uno de los más saludables para que se renueve el aire de la estancia. Este gesto no solo suma calidad al edificio, sino también, incrementa el bienestar de los protagonistas de ese inmueble ante la exposición a un ambiente de estas características. El gesto de ventilar resulta efectivo además de económico.

Ventila de manera general pero pon una atención especial en la parte que está condicionada de forma visible por la humedad.

Temperatura de la calefacción

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Durante el invierno, el uso de la calefacción se convierte en un elemento indispensable para incrementar la calidad de vida en la vivienda ante el frío exterior que invita a pasar más tiempo en el salón disfrutando de planes domésticos. Sin embargo, el uso de la calefacción también repercute en la humedad. Por esta razón, conviene cuidar la temperatura para que esté en torno a los 20 grados. Con esta temperatura, además, también reduces el gasto invertido en calefacción y haces un uso responsable de este recurso.

El gasto energético también está condicionado por las propias características del inmueble ya que en un espacio con humedad cuesta más tiempo experimentar una agradable sensación térmica de bienestar.

Tiende la ropa en el exterior

Uno de los hábitos cotidianos durante cualquier periodo del año es poner la colada para tener la ropa limpia. Cuando llega el momento de tender las prendas, es recomendable que realices este gesto en el tendedero exterior. Hacerlo en el interior también repercute de manera negativa en la producción de humedad en el ambiente.

Si tiendes en el interior, es muy importante que previamente pongas las prendas en la secadora.

Revisa la fontanería

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Especialmente, si se trata de una obra antigua, es importante que llames a un profesional para que realice una comprobación del estado de estos elementos para corregir el efecto de una posible fuga. La cocina y el cuarto de baño son dos de las zonas más húmedas de la casa. Por ello, conviene poner el foco de atención en estas zonas especialmente.

Revisión del tejado

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Otra de las rutinas que pueden llevarse a cabo en el inmueble es la de realizar un cuidadoso análisis del estado de esta parte de la casa puesto que pueden producirse filtraciones de agua como consecuencia de la lluvia. Este tipo de revisiones repercute de manera constructiva en el correcto mantenimiento y conservación del edificio. Gracias a este tipo de revisiones periódicas es posible identificar los puntos de vulnerabilidad en la etapa inicial.

Para prevenir la aparición de la humedad en casa puede ser recomendable contar con el asesoramiento de un experto que haga un diagnóstico de la situación puesto que puede darse la circunstancia de que este problema se manifieste siempre en el mismo punto de la vivienda. Los sótanos son zonas de la casa en las que puede darse este factor. Por tanto, el mejor modo de combatir la humedad en el hogar es a través de la prevención como plan de acción.

Artículo recomendado: Humedad en las paredes y el techo: causas y solución.

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