No es necesario ser un bibliófilo para desear rincones de lectura como los que verás en este artículo. Todos ellos tienen algo especial, ya sea por la atmósfera que son capaces de generar o por la originalidad de su ubicación o composición.
Son espacios mágicos que te permiten dejar a un lado los problemas para sumergirte en una de esas historias que te atrapan desde la primera página hasta la última. De tenerlos a no tenerlos hay mucha diferencia, algo que comprenderás a medida que vayas viendo las imágenes que se muestran a continuación.
Entre estanterías
Entre estanterías repletas de libros y con el tronco de un árbol de fondo se debe hacer más agradable todo tipo de lectura. La luz natural, y también la naturaleza, entran por un enorme ventanal, mientras que la zona de reposo es confortable gracias a la colocación de cinco cojines que encajan a la perfección.
En una buhardilla
Hay que sacarle el máximo partido posible a la buhardilla, sobre todo si puedes aprovechar toda la luz que entra desde fuera. No es que tenga las vistas más espectaculares del mundo, pero me parece un rincón de lectura envidiable no solo para disfrutar de un buen libro, sino también para relajarse y tomar el té de las 4 de la tarde.
Suspendido en el aire
Una cuerda sostiene esta especie de cabaña que tiene todo lo necesario para evadirse. Tú decides si leer, echar una cabezadita, escuchar música… Tiene pinta de ser un lugar muy cómodo y en términos de originalidad no tiene rival.
En plena escalera
Como es lógico, no es un rincón de lectura que esté al alcance de la mayoría de los mortales. ¿O acaso todos vivimos en una casa de dos plantas con unas vistas tan increíbles como las que se ven en la foto? La sensación de paz que se respirará alrededor de esa ventana debe ser espectacular.
Un toque de misticismo
Sobre un mueble de madera y con un dosel sobre una especie de colchón que invita a sentarse o tumbarse durante horas. Teniendo un rincón así, desconectar del trabajo no puede ser muy complicado. Solo falta poner incienso y música relajante de fondo para reducir los niveles de estrés bajo mínimos.
A un metro del techo
Cuando se trata de aprovechar al máximo el espacio disponible, soluciones como esta son fantásticas. Han querido mantener intacto el sofá y el sillón que hay justo enfrente de la estantería repleta de libros, donde por cierto también hay hueco para un piano. ¿Dónde leer tumbado en ese caso? En unas redes que van fijadas en una estructura que va de punta a punta.
Tocando las estrellas
Es verdad, no son estrellas propiamente dichas. Sin embargo, esas luces azules que hay que colocar con cuidado para no provocar un incendio son capaces de crear un ambiente similar al del firmamento. Dar rienda suelta a la imaginación está chupado cuando tienes la suerte de agarrar un libro de ciencia ficción en un rincón tan especial.
¡Mar a la vista!
No me quiero ni imaginar lo mucho que se puede disfrutar en este espacio leyendo un libro sobre aventuras. Puedes pensar que eres un explorador que se ha perdido en una montaña secreta, un buzo que está ante la misión más importante de su vida, o un navegante que se ha pasado meses en el mar en busca de un tesoro. Tienes luz natural para dar y regalar y unas vistas fenomenales.
Diseño al servicio de la lectura
No sé si los creadores de esta ventana colocaron esa solapa gigante de madera pensando que alguien leería libros ahí encima, pero lo cierto es que la niña que aparece en la fotografía está encantada de la vida con el invento.
Algo más que una zona de paso
Me encantan las casas en las que se aprovecha cada metro cuadrado de espacio. Solemos dar por perdidas las zonas de paso, pero soluciones como esta nos dan ideas muy buenas. Me parece un rincón de lectura fabuloso que encima tiene una misteriosa puerta pequeña justo al lado. ¿Será para los siete enanitos de «Blancanieves»?
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