La reforma de la cocina es una reforma ilusionante, a la vez que estresante. Hay que pensar en multitud de detalles para no cometer errores como los que menciono en este artículo. De ahí que sea recomendable planificarla con tiempo y elegir a los mejores profesionales dentro del presupuesto disponible.
Gastar más de la cuenta
Para no gastar más de la cuenta hay que establecer un presupuesto que permita moverse en una horquilla de precios lo suficientemente amplia como para poder aceptar las propuestas de varias empresas. Lo que hay que tener claro es la cantidad máxima a invertir, ya que hay muy buenos comerciales que pueden convencerte a la hora de dar luz verde a una reforma que por presupuesto se te va de las manos.
Ahorrar en mano de obra de calidad
Que no te pases con el presupuesto no quiere decir que tengas que irte a lo más barato. Eso puede ser un error muy grave, ya que a la larga lo barato suele salir caro. A la hora de elegir a los responsables de la reforma infórmate sobre la calidad del personal que vas a contratar. Accede a la página web de los profesionales (cuidado con las opiniones falsas) o a Google Places en busca de comentarios sobre otros clientes que han querido compartir su experiencia.
Colocar materiales de poca calidad
La mano de obra es importante, como también lo es la calidad de los materiales que vas a elegir. No solo te fijes en lo bonito que va a quedar todo; también debes asegurarte de que los materiales van a permitirte disfrutar de la cocina durante muchos años. Piensa en la resistencia y en la durabilidad de los mismos informándote sobre sus características, algo que es especialmente importante cuando se trata de elegir la encimera.
Perder comodidad
En la cocina debes sentirte cómodo, y con eso no solo me refiero a que es bueno desayunar como un marajá sentado en un taburete acolchado. Me refiero a que el espacio disponible hay que aprovecharlo bien, sin querer abarcar más de la cuenta. Es genial tener una isla en el centro de la cocina, pero será mejor que te olvides de ella si su instalación va a suponer un problema de movilidad a la hora de cocinar y llevar a cabo otras tareas.
Perder luz natural
Todo el mundo quiere luz natural, así que no tiene sentido acabar con ella. No cometas errores tan evidentes como el de colocar la nevera junto a una ventana. Haz que tu cocina parezca más grande de lo que es otorgándole todo el protagonismo del mundo. Si tienes la suerte de vivir en un piso bien orientado y con ventanas de un tamaño generoso, haz todo lo posible para que la iluminación artificial solo entre en acción cuando el sol se ponga.
No pensar en el espacio del almacenaje
A la hora de reformar una cocina hay que tener presente el espacio de almacenaje. Eso implica aprovechar todos los rincones, eliminando zócalos si es necesario y colocando baldas hasta rozar el techo. Comprar muebles hechos a medida es uno de los consejos que compartí días atrás cuando publiqué un artículo con 10 consejos para ganar espacio en la cocina.
Dejarse llevar por las tendencias
Cuidado con las tendencias porque una cocina no se reforma cada año. Que algo esté de moda hoy no quiere decir que lo seguirá estando dentro de cinco años. Y si no que se lo pregunten a quienes apostaron por el gotelé, que ahora se las ingenian como pueden para arrancarlo de las paredes. Es bueno jugársela por un diseño vistoso con el que una familia se siente a gusto, pero hay que tener en cuenta que ese diseño puede cansar con el paso de los años. De ahí que muchas cocinas sean sobrias en su estructura, dejando que los accesorios sean los que pongan las notas de color y originalidad.
Puntos de agua mal ubicados
Esto es más importante de lo que parece. Si vas a tener lavavajillas, asegúrate de que está cerca de un punto de agua. También es buena idea que esté cerca del armario o los cajones que vas a utilizar para guardar platos, vasos y cubiertos.
Pasar de la eficiencia energética
Este tema es cada vez más importante. Los fabricantes lo saben y los consumidores cada vez nos preocupamos más por el ahorro energético, entre otras cosas por lo mucho que se ha encarecido la factura de la luz en los últimos años. Ya sea por el medio ambiente o por nuestro bolsillo, lo cierto es que siempre viene bien comprar electrodomésticos eficientes, instalar ventanas con doble acristalamiento o colocar un termostato para la calefacción. Se ahorra en electricidad una barbaridad.
Ignorar la ley
Antes de reformar la cocina hay que informarse sobre los permisos que se requieren para no tener problemas. Tus vecinos pueden denunciarte por una serie de cambios que vayan contra los estatutos de la propiedad. Contratar los servicios de un arquitecto o un constructor puede ahorrarte muchos dolores de cabeza en este sentido, aunque también es verdad que a nivel económico supone un extra que encarece todavía más la reforma. Hay que sopesarlo.