El que aparece en las imágenes que ilustran este artículo es el hospital infantil London Royal, que por suerte ya no tiene nada que ver con lo que era antes. Un ejercicio de diseño artístico le ha permitido ser un lugar más amable y divertido para los pequeños y las familias que van a visitarlos. No deja de ser un hospital donde se tratan enfermedades, es verdad, pero a veces un cambio en la decoración puede cambiarlo todo.
Un proyecto solidario
En este caso ha cambiado gracias a Vital Arts, una organización que se encarga de decorar hospitales británicos contando con la colaboración de artistas entregados a una causa solidaria.
Los 15 que participaron en este proyecto transformaron su interior en un lugar colorido y lleno de vitalidad. A base de pintura, vinilos, madera, cerámica y moquetas dieron un aire completamente distinto a las salas que componen el edificio. Cada uno lo decoró a su manera, pero todos los hicieron con el mismo objetivo, el de cambiar las caras de tristeza de los niños por unas sonrisas que valen más que todo el oro del mundo.
Las palabras de los protagonistas
Traumatología y gastroenterología fue cosa de Morag Myerscough, quien reconoce que se ha dejado llevar por todo lo que tenía guardado en su memoria. Hay elementos de art decó, circenses, orgánicos, de la arquitectura victoriana, de la arquitectura asiática… Las paredes no han escapado a su creatividad.
Quería aportar alegría tanto a los pacientes como a los padres, y es evidente que ha logrado su objetivo.
Hematología ha sido la parte decorada por Donna Wilson. Su misión era la de transformar el hospital para que no tuviera el aspecto de un hospital al uso, y a la vista está que la transformación ha sido completa y satisfactoria. Ha buscado estímulos para que pacientes y familiares se relajaran y se divirtieran. El estado de ánimo lo es todo, ya que cuando está por las nubes nuestro optimismo se dispara.
Se ha decantado por tonalidades verdes para emular bosques y montañas. Dice que los niños y los padres han agradecido enormemente el cambio, así que para ella ha merecido la pena participar en este proyecto.
Asesoramiento Pediátrico y Unidad de Corta Estancia le ha tocado a Chris Haughton, que se ha encargado de hacer algo parecido a lo que podemos ver en las clases de muchos colegios. En vez de colocar un número, lo cual resulta bastante frío, se ha decantado por animales en las puertas. Un león, un pez, un loro…
En los pasillos ha culminado su obra de arte utilizando vinilos de animales en sus tamaños originales. Todo aderezado por un mono vestido de médico y un dinosaurio que asoma la cabeza como puede.
Problemas Respiratorios ha contado con la colaboración de Miller Goodman, quien ha apostado por la madera por ser un material cálido y tradicional. También ha mezclado colores brillantes en vinilos enganchados a la pared de los pasillos y se ha sacado de la manga personajes de madera muy simpaticos, como por ejemplo un mono, un pájaro, un caracol o una mariposa.
Del vestíbulo de los ascensores se ha ocupado Katharine Morling, una ceramista que se dedicó durante un mes y medio a hablar con los pacientes para crear bocetos inspirados en sus momentos y juguetes favoritos. A partir de ahí no tuvo problemas para desarrollar figuras de cerámica y vinilos espectaculares.
En todas las salas se puede apreciar el trabajo de Doran, que cuenta una anécdota que a uno le hace sonreír. Una niña de 3 años dejó de llorar cuando vio que en las cortinas había conejos y gatos escondidos. En ese momento se dio cuenta de que era el mejor proyecto que había aceptado a lo largo de su carrera profesional.
Cuidados Pediátricos Críticos fue la zona del hospital que recayó en el ingenio de Tord Boontje, que apostó por animales y colores vivos para dar esperanza tanto a los pequeños como a sus familiares. En los dibujos de mayor tamaño se esconden detalles que cualquiera puede animarse a descubrir día tras día.
Y ya para terminar, el espacio de actividades contó con la colaboración de Cottrell, Vermeulen y Morag Myerscough. Lo crearon pensando en un mundo distinto al de los problemas y las preocupaciones. Diseñaron un lugar acogedor e ideal para evadirse, con muchos colores y con la posibilidad de jugar y relajarse en familia.