En los últimos años, la decoración de estilo oriental se ha convertido en todo un must-have. Los estampados, accesorios y muebles más característicos de los países de Oriente nos ayudan a vestir las habitaciones con un toque exótico, contemporáneo y acogedor.
Y si hablamos de decoración oriental y exótica, no debemos perder de vista a los kilims que son los grandes protagonistas del interiorismo. Magníficos aliados para decorar ambientes modernos, exóticos, minimalistas, industriales, clásicos… Porque si algo caracteriza a los kilims es su increíble versatilidad. A continuación te proponemos algunas geniales ideas para decorar con kilims cualquier rincón de la casa.
Un toque acogedor
Antes de nada, ¿tienes claro qué son los kilims? Los kilims son alfombras artesanales de origen turco que se caracterizan tanto por sus estampados y colores, como por su fabricación.
Los kilims están tejidos a mano con lana y se consideran las alfombras más antiguas del mundo. Un complemento tan popular que también sirve de inspiración para crear cojines, tapetes, carteras, mochilas, bolsos y otros muchos accesorios.
Delimitar espacios
Un irresistible toque étnico que tiene cabida en cualquier habitación de la casa. Y es que los kilims, al igual que las alfombras se pueden utilizar de muchas y diferentes formas. Por ejemplo, los kilims son grandes aliados para separar ambientes que comparten una misma habitación.
En el salón-comedor podemos colocar el kilim en el espacio que ocupa la mesa de comedor y las sillas. Aunque también es posible colocar el kilim en el espacio del salón.
En habitaciones pequeñas como el recibidor o el pasillo, los kilims nos ayudan a decorar sin ocupar demasiado espacio. Pero además, estos complementos también actúan como aislante acústico, aportan un toque cálido a la casa y protegen los suelos más delicados como el parquet, del daño que producen los muebles a diario.
Si tenemos niños pequeños en casa, la decoración con kilims amortiguará las pisadas logrando así una vivienda mucho más acogedora y confortable. Pero además, los kilims actúan como aislante térmico, ya que retienen el calor en nuestras habitaciones.
A nivel decorativo, los kilims también nos ofrecen grandes soluciones. En habitaciones decoradas en tonos claros, el kilim incorpora la nota de color que nos permite romper con la monotonía de los tonos suaves.
En cualquier rincón de la casa
La ventaja de utilizar estos complementos es que se pueden utilizar en una gran variedad de ambientes y con todo tipo de tendencias decorativas. En habitaciones de estilo industrial, minimalista, contemporáneo, clásico… Así que atrévete a decorar con kilims cualquier ambiente en busca de rincones eclécticos.
En el dormitorio, otra gran idea puede ser colocar dos kilims pequeños a ambos lados de la cama. Estos complementos encuentran su sitio incluso en la cocina y en el cuarto de baño para dar un toque más cálido.
Atrévete a mezclar
Pero además de decorar el suelo, los kilims también se pueden utilizar para vestir las paredes a modo de tapiz. Lo importante al decorar con estos textiles es combinar los colores con los accesorios y muebles de la estancia. Es decir, debemos conseguir una cierto equilibrio cromático para evitar habitaciones demasiado recargadas.
También debemos tener en cuenta que los kilims están fabricados en fibras naturales como la lana, por lo que resultan mucho más saludables que los textiles elaborados con fibras sintéticas. En este sentido, los kilims son perfectos para combinar con muebles y complementos en madera, algodón, ratán, mimbre…
Y si no te decides por un diseño, atrévete a mezclar varios kilims para crear diferentes composiciones en alguna habitación grande y con suficiente espacio para decorar con varios kilims. ¿Qué más ideas nos propones para decorar con kilims?
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