Entre los principales muebles del hogar se encuentran los armarios, que nos permiten tener nuestras cosas organizadas y el espacio ordenado. Por eso, debemos escogerlos con detenimiento, pensando en multitud de factores: los metros cuadrados disponibles, la forma de las estancias en las que vamos a colocarlos, la luz natural del espacio, el estilo del resto del mobiliario, las tendencias del momento. Y hablando de tendencias, debes saber que hoy en día se lleva, y mucho, dejar los armarios sin puertas, es decir, los armarios abiertos.
Como todo en esta vida, esta opción tiene sus ventajas y desventajas, que deberás tener muy en cuenta antes de tomar una decisión. Por eso, hoy queremos comentártelas. ¿Te gustaría acompañarnos?
Ventajas
Una de las grandes ventajas de los armarios sin puertas es que sopn tendencia en estos momentos, por lo que al optar por esta alternativa lograrás que la estancia en cuestión esté a la moda, siempre y cuando el resto del espacio también esté acorde con las tendencias del momento. Eso sí, la mayoría de personas que se decanta por esta opción lo hace porque es una manera de ahorrar espacio, ya que las puertas no restan metros cuadrados. Además, al estar abierto, el armario aporta una mayor amplitud visual. Por todo ello, este tipo de muebles son muy recomendables para habitaciones con pocos metros cuadrados.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que, al prescindir de las puertas, se ahorra bastante dinero. Y es que, en muchos casos, lo más caro de estas estructuras son precisamente las puertas, sobre todo si estas no son abatibles, sino correderas o plegables. También hay que señalar que este tipo de armarios permiten que los objetos que están en su interior sean más accesibles. ¡Y eso no es todo! Y es que otra de las ventajas es que los artículos pueden respirar y están aireados, una característica a tener muy en cuenta si tenemos pensado guardar ropa, complementos y calzado. De hecho, podrás evitar problemas de humedades, siempre y cuando el armario no se encuentre en el baño, la cocina o en espacio con poca ventilación o de mucho tránsito.
También queremos comentar que, al optar por un armario abierto, podemos conseguir una sensación muy similar a la que ofrecen los vestidores de película que tanto nos gustan, a pesar de no disponer de una estancia específica para ello, sobre todo si se añaden en la habitación elementos como burras, bancos o espejos.
Inconvenientes
Aunque las ventajas de los armarios abiertos son numerosas, antes de tomar una decisión también hay que contemplar sus inconvenientes. Uno de los principales es que nos obligan a mantener el interior en perfectas condiciones, ya que siempre está a la vista. Esto es aún más importante en estancias que no son tan privadas como el dormitorio, es decir, salones, comedores, cocinas… Por tanto, si no eres una persona demasiado ordenada, es mejor que no prescindas de las puertas. Además, con los armarios abiertos la intimidad es completamente nula, a no ser que se incluyan cajoneras, lo que implica un gasto mayor. Por otra parte, hay que tener en cuenta que los armarios sin puertas no encajan bien en estancias de estilo clásico, sino que son preferibles para ambientes modernos y espacios juveniles.
Como te hemos comentado antes, los artículos que se guardan en armarios sin puertas pueden tener menos problemas de humedades y de olores. Sin embargo, están más expuestos al polvo y la suciedad. Además, en estancias como el cuarto de baño o la cocina también sufrirán las consecuencias de los olores y la humedad e, incluso, del humo.