Las chimeneas son un elemento imprescindible en muchos hogares cuando llega el invierno, especialmente si la casa está en una zona en la que suele hacer mucho frío en esa época del año. Cuando llega el buen tiempo, mucha gente las considera un “incordio” ya que algo que proporciona tanto calor no pega mucho cuando ya lo hace por sí solo, pero lo cierto es que se pueden decorar de forma que encajen perfectamente con esta época del año.
Aprovechando que, obviamente, la chimenea se pasará todos los meses de verano apagada, se puede decorar de forma que también aproveches ese espacio y así consigas un ambiente más original. Además, las chimeneas son el punto central del salón, con lo que puedes conseguir decorarlas de forma que éste sea más acogedor y que la propia chimenea destaque más aunque no se vaya a utilizar.
Entre las muchas opciones que hay para decorar una chimenea en verano, una de ellas es colocar jarrones en ella, especialmente si son blancos y tienen flores de colores para que el ambiente sea más colorido y llamativo. También puedes poner un juego de jarrones en diferentes tonalidades y sin ninguna flor en su interior. Las figuras también ayudan mucho a decorar cualquier espacio, así que te quedará genial cualquiera pero muy especialmente algún busto como el de la foto.
Por supuesto, los candelabros o las velas también son una buena opción y pueden ser de cualquier tamaño aunque combinar varios tamaños te ayuda a conseguir una decoración más bonita. No podemos olvidarnos de los marcos de fotos o los cuadros, que quizás por el calor que emite la chimenea no los puedas tener en invierno, pero que sin duda te ayudarán a conseguir un resultado más bonito.