Compartir piso es una experiencia que no solo puede integrarse en la vida universitaria, sino también en la etapa profesional. ¿Cómo decorar un espacio que puede ser alquilado por varias personas que buscan la calidez de un verdadero hogar? En Decorablog compartimos seis consejos.
1. Máxima funcionalidad: la practicidad es clave
La funcionalidad es decisiva en cada rincón de la vivienda. Es decir, marca la diferencia en el recibidor, la cocina, el salón y los dormitorios. En consecuencia, el criterio de la practicidad es determinante en la elección de muebles que aportan orden, organización y almacenaje.
2. Un toque moderno y actual
¿Qué estilo elegir para vestir un piso compartido? No hay una única propuesta estética. Existen diseños que marcan tendencia actualmente y crean un clima muy agradable en la vivienda. El estilo nórdico, industrial y contemporáneo son algunos ejemplos. En cualquier caso, es positivo que el entorno tenga un toque actual. Es decir, es recomendable que la decoración del espacio proyecte una imagen atractiva del contexto.
Y eso no implica gastar más dinero del previsto en el presupuesto inicial. Simplemente, añade algunas de las tendencias que triunfan en decoración. Por ejemplo, busca inspiración en el mobiliario abierto, en los armarios de líneas rectas, en el protagonismo de la madera clara…
3. Muebles auxiliares y complementos
Un piso compartido debe adaptarse a situaciones y necesidades diferentes. Por ello, la base del espacio tiene que ser flexible y versátil. Un entorno que está integrado por una variada selección de muebles auxiliares y complementos es muy atractivo. Especialmente, en estancias compartidas como el salón, el comedor o la cocina.
El cambio forma parte de la propia esencia de un piso compartido (y no solo en las características del interior del espacio). Por ejemplo, quizá en algún momento inicies una nueva etapa con otro compañero de piso. Por esta razón, es aconsejable que la decoración del lugar sea flexible, creativa y versátil. De este modo, el inmueble está perfectamente preparado para dar la bienvenida a otra persona.
4. Planifica al detalle la decoración del dormitorio
Un piso compartido está integrado por zonas comunes y espacios individuales. El dormitorio representa un universo propio que alimenta el descanso. Pero también integra otras zonas como el rincón de trabajo o el vestidor. ¿Cómo ganar algunos centímetros para potenciar el orden? Una cama con canapé abatible es una excelente propuesta. Su base aporta una gran capacidad para guardar diferentes artículos.
Las estanterías son ideales para aprovechar el área que se integra junto a las paredes, incluso, las esquinas. Si quieres ampliar el espacio del armario ropero, añade un perchero. La decoración de un piso compartido representa un universo propio. En consecuencia, es esencial que sientas como propio ese entorno. Personaliza su estética con adornos, cuadros y láminas.
5. Una cocina con barra de desayuno
La decoración de un piso compartido también puede poner en valor la convivencia. Es decir, es recomendable crear rincones y espacios que fomentan el encuentro y el diálogo en la rutina.
Más allá de la zona de estar, es posible poner atención en otras propuestas que se integran perfectamente en el estilo de vida actual. Una barra con desayuno puede formar parte incluso de una estancia pequeña. Los taburetes completan la estética de una cocina con estilo propio.
6. Una televisión perfectamente integrada en la decoración
La televisión adquiere un valor añadido en un piso compartido. Enmarca algunos de los momentos de encuentro en la rutina cotidiana. Series, programas y películas aportan un espacio de entretenimiento. Por ello, es un elemento que está muy presente en el salón. Sin embargo, su perspectiva debe estar bellamente integrada en la decoración de la estancia (como puedes ver en la imagen del artículo).