Actualizar la decoración del salón durante el otoño, o en otras estaciones del año, es un objetivo recurrente. Se trata de una estancia versátil y vivida que se convierte en el corazón del hogar. ¿Cómo incrementar la belleza y la practicidad a través de algunos pequeños cambios? En Decorablog compartimos algunas ideas.
1. Un salón con un pequeño despacho
El escritorio que se sitúa en la estancia no ofrece la concentración deseada cuando otros familiares se encuentran en el salón. Aporta una funcionalidad básica para llevar a cabo tareas más sencillas, pudiendo estar cerca de los seres queridos. Una pequeña mesa con una silla cómoda forman el conjunto perfecto para crear un rincón de trabajo.
2. Incrementar el almacenaje
Un salón ordenado transmite una agradable sensación de armonía. Una armonía que, por otro lado, refuerza la alegría y el bienestar. ¿Cómo planificar el espacio para ganar en organización? Existen muebles auxiliares que ofrecen una función básica. Un aparador o una cómoda es una de las piezas más esenciales.
Pero existen otras muchas fórmulas posibles. Las estanterías, en diferentes formatos y acabados, aprovechan la altura de la estancia. Aunque el almacenaje abierto está tan de moda hoy en día, un salón con muchos cajones también marca tendencia.
3. Muebles bajos con capacidad de almacenaje
Los muebles bajos no se elevan demasiados centímetros sobre la altura del suelo. Y, sin embargo, son clave en el salón porque pueden situarse, incluso, bajo una ventana. Por otra parte, ofrecen la máxima accesibilidad. Y, de este modo, puedes guardar en un lugar cómodo y próximo aquellos productos que utilizas habitualmente.
Los muebles bajos son ideales para situarlos junto a las paredes y ganar amplitud en el centro. Por otra parte, no obstaculizan el paso de la luz, cuando se sitúan cerca de un balcón. Existen algunos aspectos que conviene destacar de este formato. Poseen poco peso visual y, en consecuencia, también lucen su atractivo en estancias pequeñas.
Las patas altas estilizan la estructura de un mueble de estas características. Los diseños suspendidos, por otra parte, son una alternativa que marca tendencia.
4. Realza la estética y no solo la funcionalidad
Los aspectos funcionales están muy presentes en la planificación de un lugar que parte de un proyecto que conecta con la practicidad. Pero la belleza es un concepto que va más allá de lo ornamental. Un entorno que te gusta, con una decoración personalizada con la que te identificas, te resulta más agradable que aquel que no tiene tan en cuenta tus preferencias, gustos y necesidades. Por ello, utiliza recursos y elementos que, además de útiles, sean bonitos desde tu perspectiva.
5. Una distribución que no interrumpe las zonas de paso
La decoración del salón debe contemplar, ante todo, la seguridad. Y, por ello, es fundamental que los lugares de paso queden perfectamente despejados en la zona de estar, en el comedor, cerca de la ventana o en el acceso a la estancia.
Por ello, elige aquella distribución que potencie la amplitud y el confort. De este modo, las zonas ocupadas mantienen un perfecto equilibrio con las superficies que están vacías.
6. Muebles esquineros
Las partes de una estancia que se sitúan en esquina, en ocasiones, quedan desaprovechadas. Y, sin embargo, conviene optimizar la superficie disponible siempre, pero todavía más, en una habitación pequeña. Los diseños rinconeros son aquellos que han sido especialmente diseñados para situarse en este contexto.
Se alinean con las características de un escenario en el que destaca una esquina. Las mesas auxiliares, por ejemplo, ofrecen muchas posibilidades.
Un salón con una decoración práctica, bonita y acogedora es la suma de detalles que están perfectamente relacionados entre sí.