Un espacio con encanto es aquel que transmite belleza, emociones y dinamismo. ¿Cómo conseguir un entorno con mucha personalidad? Te damos siete consejos.
1. Selecciona cuidadosamente el mobiliario y los complementos
Las tendencias de decoración ofrecen múltiples referencias y fuentes de inspiración. Sin embargo, el contexto es limitado, incluso cuando es amplio. Por ello, surge la necesidad de priorizar. Un espacio con personalidad es aquel que destaca las características de los elementos que lo componen.
En consecuencia, es imprescindible elegir de forma consciente los productos decorativos. Aquellos que tienen un significado y un sentido en el contexto. Los entornos creativos contienen lo esencial y prescinden de todo aquello que es secundario.
2. Crea ambientes separados pero conectados
El hogar está integrado por espacios diferenciados. Las estancias amplias y diáfanas están de moda actualmente. Existen varias fórmulas que puedes utilizar para encontrar el equilibrio entre la conexión y la separación de ambientes. En ocasiones, un elemento que forma parte de la estructura de la vivienda actúa como límite visual. Por ejemplo, una columna o un arco es un elemento a destacar.
Por otra parte, la distribución del mobiliario es clave para enmarcar cada zona en su lugar correspondiente. Del mismo modo, la puerta no solo cumple una funcionalidad, sino que puede integrarse en el conjunto.
3. Lámparas originales para elevar la decoración
La decoración de un espacio tiene una perspectiva holística. El cambio de un elemento produce una transformación en el conjunto. Una lámpara llamativa añade un acento visual que no pasa desapercibido. De hecho, realza el protagonismo del techo.
4. Viste las paredes con un acabado especial
Cuadros, fotografías y espejos quedan perfectamente enmarcados sobre un fondo blanco. Pero existen otros recursos decorativos para vestir las paredes. El papel pintado es uno de los materiales básicos, sin embargo, conviene añadirlo con moderación.
Es un formato que te permite diferenciar una o dos paredes de la habitación con un color atractivo. El diseño del tipo de papel depende no solo del gusto personal, o del estilo principal del lugar, sino también de la amplitud del espacio. Un papel con motivos estampados de gran tamaño puede recargar un escenario pequeño.
5. Alinea la decoración con la luz natural
La ubicación de una zona concreta depende, por ejemplo, de la propia entrada de luz natural a través de la ventana. Los espacios con mucha personalidad son un reflejo de la perfecta conexión entre el interior y el exterior. La estancia embellece con la perspectiva de un paisaje estacional o la arquitectura de un edificio. Planifica una decoración que te permita disfrutar de las vistas relajantes del exterior.
6. Espejos que enmarcan los detalles más bonitos
Un espejo es una pieza especial en la decoración. Es un artículo diferente a los demás, ya que permite jugar con las perspectivas del entorno. La posición del complemento es definitiva para enmarcar una composición concreta de la habitación. No solo puede reflejar un adorno, sino también el paisaje que se percibe desde la ventana. De este modo, intensificas esa sensación de conexión entre el interior y el exterior.
Si decoras una estancia con un espejo apoyado en el suelo, puedes cambiarlo de sitio con facilidad.
7. Colores llamativos para crear contrastes con la base
Utiliza los colores para crear un universo original y creativo. El blanco es una apuesta segura, sin embargo, sobre un fondo claro también puedes destacar otros tonos llamativos que dan vida al lugar.
¿Cómo decorar un espacio con personalidad? Observa el entorno de forma global. Y, además, refleja tu gusto personal en todo aquello que te rodea. De este modo, el mobiliario y los complementos tienen un significado especial para ti.